LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Lady Muerte, la francotiradora más efectiva: 309 nazis abatidos durante la Segunda Guerra Mundial

Liudmila Pavlichenko estuvo dos años en activo en el frente con el Ejército Rojo y después fue destinada a labores de propaganda

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Lady Muerte, la francotiradora más efectiva: 309 nazis abatidos durante la Segunda Guerra Mundial

Carmen Cerbán

Málaga - Publicado el

3 min lectura

Su nombre era Liudmila Pavlichenko. Su apodo: Lady Muerte. Esta mujer nacida en lo que hoy es Ucrania tuvo claro desde niña que las mujeres y los hombres podían desempeñar las mismas tareas. Por su empeño, su preparación y sus habilidades, acabaría pasando a la historia como la francotiradora más joven de la historia. Durante los casi dos años que estuvo en activo, como francotiradora del Ejército Rojo, abatió a 309 enemigos nazis.

LOS PRIMEROS AÑOS DE LIUDMILA

Liudmila nació en 1916 y a los catorce años, comenzó a trabajar en la Arsenal Factory, una fábrica de armamento que ofrecía a los empleados una serie de actividades para pasar su tiempo libre. Fue así como la joven acabó recibiendo clases en un club de tiro, en el que pronto destacó por sus habilidades con el rifle.

A partir de entonces, siguió formándose como tiradora, además de estudiar en la universidad para convertirse en maestra. Pero sus planes se truncaron cuando los nazis pusieron en marcha la 'Operación Barbarroja' e iniciaron la invasión de la Unión Soviética. Entonces, ella se presentó como voluntaria al Ejército Rojo.

ADMITIDA EN EL EJÉRCITO ROJO

El historiador y periodista de la revista 'Muy Interesante', Fran Navarro, cuenta en 'La Noche de Adolfo Arjona' que después de “haber demostrado que se le daba bien acertar en el blanco cuando disparaba un rifle, fue admitida en el Ejército Rojo y destinada en la vigesimoquinta división de fusileros, con el puesto de francotiradora, igual que otras miles de mujeres en las tropas soviéticas”.

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“Tuvo que aprender a disparar, camuflarse, y permanecer mucho tiempo sin moverse para acabar con tantísimos enemigos”, relata el experto, que explica cómo en la época se llegó a pensar que las mujeres podían ser mejores que los hombres como francotiradoras “porque eran más tranquilas y pacientes.

CONOCIDA POR LOS NAZIS

“Pavlichenko abatió a 187 nazis en sus primeros encuentros en batalla” y está considerada “una de las francotiradoras más certeras de la historia”. Según Fran Navarro, los nazis conocían de su existencia: “La prensa se hizo eco de su encuentro contra otro francotirador alemán, muy bueno en lo suyo, que fue vencido después de tres días de duelo”. Se había convertido “en un rival importante a batir”.

En junio de 1942, Lady Muerte resultó herida en Sebastopol, fue alcanzada por fuego de mortero. Tras pasar por el hospital, ya nunca volvió al frente. Las autoridades soviéticas decidieron apartarla de la primera línea porque tenían otros planes para ella. “La Unión Soviética la utilizó para algo tan importante en la guerra como los soldados: la propaganda”.

“La URSS no se podían permitir que Lady Muerte acabara asesinada por los nazis o capturada y violada... era mejor aprovechar la fama que tenía, incluso a nivel internacional, para que eso sirviera como propaganda militar y animar a las tropas soviéticas”, explica el historiador y periodista.

Liudmila Pavlichenko

Liudmila Pavlichenko junto con los otros dos delegados soviéticos que asistieron a la Asamblea Internacional de Jóvenes en Washington, D.C. (Fuente: Jack Delano - Library of Congress)

En este sentido, mientras continuaba la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética envió a tierras americanas a una delegación de la que formaba parte Lady Muerte. Según Fran Navarro, su objetivo fue “pedir ayuda contra los nazis, para que la URSS pudiera hacer frente al ejército de Hitler”.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Lady Muerte “acabó la carrera de Historia y formó a francotiradores para el ejército soviético”.

EL FINAL DE LADY MUERTE

Liudmila Pavlichenko, Lady Muerte, murió en 1974, a los 58 años, por un derrame cerebral. Un final posiblemente acelerado por la depresión que sufrió, el estrés postraumático tras su experiencia en el frente y el alcoholismo al que sucumbió por todo aquello. Hoy su rostro forma parte del mural feminista que fue inaugurado en 2018 en el barrio madrileño de Ciudad Lineal.