Las condiciones hostiles de la Luna: "Temperaturas de -180 grados y paseos imposibles"

El planeta rojo, en el punto de mira. El hombre quiere llegar a Marte. Para ello, la NASA trabaja a contrarreloj en la misión Artemis. Marte está situado entre 200 y 400 millones de kilómetros de la Tierra. Y ese lejano destino, es el próximo objetivo de la carrera aeroespacial.

Antes de llegar a Marte, hay que hacer escala en la luna. La misión ya está en marcha. La fecha prevista es septiembre de 2025. Si todo va bien, el desembarco en la luna, sería un año después, en septiembre de 2026. Pero antes del desembarco, hay otros viajes previos.

Rafael Clemente es divulgador científico y autor de libros como “Un gran paso para el hombre” que publica ediciones Cúpula. Le ha contado a Adolfo Arjona que no es muy optimista con estas fechas: “Yo no apostaría por esa previsión porque todavía hay muchas lagunas, muchas cosas por resolver.”

Dos maniquíes viajan a la luna

El primer viaje de Artemis fue en noviembre de 2022. Era un viaje no tripulado. Se trataba de probar si los sistemas mínimos de la nave funcionaban. El sistema de propulsión del cohete, el sistema para regresar, el escudo atmosférico para entrar en la atmósfera. Todo debe funcionar a la perfección. Un fallo puede suponer la muerte de los astronautas.

Esta primera misión no tripulada, contó con dos maniquíes.. Estos maniquíes recogieron datos que pudieran afectar al organismo en un viaje de estas características. Desde cuánto vibra la cápsula o cuáles son los niveles de radiación que experimentarán los astronautas.

"Como un coche que sube una pendiente"

Para abandonar la Tierra, el cohete tiene que ser impulsado a 40.000 kilómetros por hora. Rafael Clemente ha hecho la comparativa con un coche para explicar cómo funciona el cohete una vez que es lanzado desde la Tierra. “Es como un coche que sube una pendiente y tiene que ir a motor parado".

La cápsula recibe un empujón al salir de la Tierra pero va perdiendo velocidad "porque tienen que luchar contara la tracción del planeta. Tienen que llegar aun punto que es donde la reacción de la luna prevalece sobre la Tierra. A partir de ahí, la rampa se invierte, cae y acelera hacia la luna. Lo que deben hacer es frenar esa caída para orbitar la luna”.

En esta misión viajarán cuatro personas. El comandante es un veterano de misiones y paseos espaciales para hacer reparaciones. Los cuatro astronautas que viajan en esta misión son Christina Hammock Koch, Reid Wiseman, Victor Glover, y el astronauta de la Agencia Espacial Canadiense Jeremy Hansen. Koch y Glover son la primera mujer y la primera persona negra que participan en una misión lunar.

La preparación para esta expedición no exige unos entrenamientos muy excesivos porque los astronautas ya tienen experiencia en el espacio. “Por ejemplo, Cristina Koch ha estado meses en la Estación Espacial Internacional. Está más que acostumbrada. Lo que sí han tenido que aprender es a manejar la nueva cápsula porque es un vehículo nuevo”.

La nave Orión recorrerá más de dos millones de kilómetros. Está diseñada para volar de la Tierra a la luna, esperar en órbita y regresar a la Tierra. Y aunque todos los viajes de la misión son complejos, la misión Artemis 3 es la que presenta más dificultades. En este viaje, los astronautas tendrán que enfrentarse con la entrada en órbita y el descenso y aterrizaje en la luna.

Un ascensor para pisar la luna

La nave que alunizará pertenece a la empresa de Elon Musk. Es mucho mayor la nave de alunizaje que la cápsula Orión. “Nos encontramos con la paradoja de que la nave donde viajarán los astronautas es casi ridícula al lado de la que van a utilizar para aterrizar en la luna. Es tan grande porque el diseño orginal fue para ir a Marte, no a la luna. Tiene una capacidad para cien personas, no para cuatro”.

La nave que alunizará en la luna tiene capacidad para 100 personas

Sólo dos astronautas pisarán la luna. “Necesitarán un ascensor para bajar de la nave y poner el primer pie en la Tierra. Habrá que rellenarlo de combustible en órbita con miles de litros. Esto no se ha hecho nunca con un volumen tan grande”. Hay tantas incógnitas que me cuesta trabajo pensar que lo van a conseguir en 2026.

La lucha por la hegemonía espacial

Pero en esta nueva carrera aeroespacial, Estados Unidos no está sola. “China también tiene planes para volver a la luna. Ha anunciado que lo harán en el decenio de 2030. también están en la carrera espacial. Si China los adelanta, la NASA tendría que soportar la humillación de perder la segunda carrera a la luna”.

David Barrado, autor del libro “Peligros cósmicos”, que publica la editorial Oberon, ha contado a Adolfo Arjona más detalles de la misión. El viaje durará seis días. Y sólo dos astronautas bajarán a la superficie lunar, los otros dos se quedarán en la órbita. "La NASA no ha aclarado todavía quien va a dar los primeros pasos en la luna. Sí parece que Cristina Koch bajará". Sería la primera mujer en pisar la superficie lunar.

El módulo aterrizará en un punto muy cercano al polo Sur lunar ya que los polos son los lugares más interesantes para la investigación porque hay grandes cantidades de agua. Han seleccionado trece posibles lugares de aterrizaje basados en criterios relacionados con la seguridad de la misión. Todos garantizan la comunicación continuada.

Es una aventura de grandes peligros. Es un entorno muy hostil. Hay que tener en cuenta que hay riesgos que tienen que ver con el descenso. “La superficie de la luna está formada por un polvo muy fino, es una superficie esponjosa,y esto dificulta el aterrizaje y el desplazarse”.

El primer día no saldrán de la cápsula. Comprobarán que todos los sistemas de la nave están correctamente. El segundo día se hará la primera exploración y tomarán muestras para analizarlas en la Tierra. El programa Apolo recogió piedras que nos han permitido tener una visión totalmente distinta de la luna a la que se tenía previamente al 1969.

Serán unos días complicados. La cápsula donde viajan los astronautas tiene nueve metros de diámetro. Ahí tendrán que comer, dormir y trabajar. Aunque lo que puede parecer agobiante para cualquiera de nosotros, ellos lo resuelven con normalidad. Están entrenados física y mentalmente para desenvolverse en ese tipo de espacios.

El ingeniero jefe de la NASA, José Antonio Rodríguez Manfredi, reconoce que la misión suena a ciencia ficción. “Es un paso enorme. Ha habido avances en los últimos años, utilizando una impresora 3D se podría fabricar un habitáculo donde quedarse los astronautas”.

La vida en el satélite no es fácil. La temperatura exterior de noche puede ser de -180 grados y la noche lunar puede durar dos semanas. Cuando empieza a recibir radiación solar, puede subir a 215 grados. La variación térmica hace muy complicada la vida allí. Además, no tiene atmósfera, así que los alimentos los tendríamos que llevar de la Tierra.

Por el momento, tres hombres y una mujer se preparan para volver a pisar la quinta luna más grande del sistema solar. Ellos conocen como nadie los desafíos del espacio. Y de la misión Artemis.

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