40 años de la mujer en la Policía Nacional, de 42 a más de 9000 mujeres en el cuerpo

En el mes de julio de hace 40 años, en 1979, 42 mujeres juraban por primera vez su cargo como agentes del Cuerpo Nacional de Policía, por entonces, llamado Cuerpo Superior de Policía.

Por primera vez en España, un cuerpo superior de seguridad del Estado permitía el acceso a las mujeres, 42 pioneras cuyo objetivo era ser policías y servir a sus ciudadanos. Conseguían así lo que hasta entonces simplemente se les negaba por el hecho de ser mujeres.

Al pirncipio costó darles entrada, solo el diez por ciento de las plazas eran para ellas, fue el primer cuerpo superior de seguridad del Estado al que ellas accedieron. Actualmente ya son 9000 las mujeres en el cuerpo.

Si el acceso al cuerpo era complicado ascender a altos cargos lo era más, sin embargo Cristina Marí fue una de esas mujeres que rompió el techo de cristal, siendo la primera responsable de grupo dentro de la Unidad de Intervención Policial (UIP), más conocidos como los antidisturbios. A día de hoy es comisaria y jefa de coordinación y planificación de esta unidad. La primera vez que lo dirigió, en 1994, su grupo de 50 policías solo contaba con una mujer.

A lo largo de los años comenzó a encontrarse a más mujeres en el cuerpo y aunque a la sociedad se le hiciese extraño ver una policía en una profesión de hombres ella se sentía una más en el cuerpo.

Ana Ramón, es otro gran ejemplo de mujer que ha conseguido entrar en el Cuerpo de Policía. Hace dos años dejó la academia de Ávila, etapa que recuerda con mucho cariño, aunque fue dura su formación la ha preparado para llegar hasta donde está. Hizo las prácticas en Chamberí y tras jurar el cargo la destinaron al grupo de atención al ciudadano, o como ellos se llaman “los ZETAS”. Actualmente está en prensa, donde compagina dos de sus pasiones, el periodismo y ayudar a la gente.

En ocasiones ha notado sobreprotección por parte de sus compañeros, ante esto Ana ha sabido plantarse y hacerles enterder que ella está ahí porque se lo ha ganado y a la hora de la verdad, fuera en la calle, esta profesión no entiende de géneros.