Lo que hay detrás de la gran bola de fuego que se vio en España este fin de semana: ¿Puede provocar daños?

Un extraño haz de luz iluminó el cielo de varios puntos de la Península. Una especie de estela luminosa atravesaba la oscuridad para sorpresa de numerosos testigos, que grabaron el fenómeno en vídeo y encendieron el debate en redes sociales sobre qué era lo que acababan de presenciar. Dos días después ya sabemos de qué se trata y ¡menos mal! Las imágenes se han compartido rápidamente en las redes sociales por usuarios de muchos lugares del país. La roca, al sobrevolar Madrid y Castilla-La Mancha, provocó un brillo superior al de la Luna llena, que en 'La Noche de COPE' hemos analizado.

Según informa la Fundación Astrohita, el fenómeno fue grabado por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMM) opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo), en el marco del Proyecto Smart coordinado desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) con el objetivo de monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar. El análisis ha permitido determinar que entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 49.000 kilómetros por hora.

El brusco rozamiento de la roca con la atmósfera a esa enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente y se generase así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 88 kilómetros sobre la localidad de Torrejón de Velasco (sur de la Comunidad de Madrid), desde donde avanzó en dirección suroeste y se extinguió a una altitud de unos 24 kilómetros sobre la localidad de Argés (provincia de Toledo). Se rumorea con que una parte de la bola de fuego habría sobrevivido y caído al suelo en forma de meteorito en la provincia de Toledo. Juan Diego Polo tiene más detalles en 'La Noche de COPE'.

La probabilidad de que haga daño

Hay que tener en cuenta que no se trataría de un meteorito, sino del rastro de un satélite desintegrado (USA-321) de la misión Transporter-3 de SpaceX, tal y como ha explicado el experto en 'La Noche de COPE'. Desde la web de la corporación independiente Aeroespace, apuntan que este satélite fue lanzado el 13 de enero de 2022 desde la estación espacial de Cabo Cañaveral, EE. UU. Desde el centro astronómico de la Comunidad de Madrid han recordado también que, pese a que observar este fenómeno sea algo inusual, no ha supuesto ningún riesgo para la población.

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Sí que es posible que algún trozo más grande acabe cayendo en la superficie y pueda generar algún daño

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Pero, ¿existe el riesgo de que pueda provocar algún daño? Juan Diego Polo responde aquí. Cada mes decenas de satélites reingresan en la atmósfera autodestruyéndose, cuando el rozamiento atmosférico termina con su vida útil. Pero la mayoría de ellos son imposibles de ver, puesto que caen sobre el Océano Pacífico, el gran "cementerio espacial". Es aquí cuando entra en juego el más famoso de los polos de inaccesibilidad del planeta: el Punto Nemo. Esta enorme circunferencia de 16.900 kilómetros es un lugar que está completamente alejado de cualquier otro punto de tierra de todo el planeta.