'The Umbrella Academy', cuando una familia de superhéroes de lo más disfuncional debe salvar al mundo

Todas las familias tienen sus particularidades. Pero si son superhéroes, la diversión está asegurada. O eso creemos. Porque también pueden darse casos como lo que sucede con 'The Umbrella Academy', la ficción de superhéroes que regresó ayer con su tercera temporada a Netflix.

La serie nos presenta a siete hermanos. Ellos han sido adoptados por un excéntrico millonario, Reginald Hargreeves (Colm Feore). Él decide adoptar a algunos de los niños que nacieron la medianoche de un 1 de octubre de 1989. Podríamos pensar que es porque la fecha le hizo gracia, pero hay otro motivo: todos ellos han nacido de madres que no habían presentado ningún signo de embarazo hasta ese momento.

De esa forma, Reginald adopta a siete niños. Pero ser padre no lo lleva en la sangre, y ni siquiera se molesta en darles nombres, sino que se limita a llamarles por un número y su única misión es entrenarles para convertirse en un equipo de superhéroes, para ser 'The Umbrella Academy'.

El equipo lo lidera Luther, número uno, a quien da vida Tom Hopper. Él es el único que, con los años, mantiene una buena relación con Reginald y que aún siente que lo de ser superhéroe es su misión en la vida. Bajo el nombre de 'Spaceboy', él intentará que el grupo vuelva a reunirse.

Sin embargo, cuenta con la oposición de Diego (David Castañeda), Allison (Emmy Raven-Lampman) y Klaus (Robert Sheehan), los hermanos que más han sufrido con sus habilidades. Diego, que tiene la habilidad de ser un gran luchador, no ha sufrido tanto por sus poderes como por la nula relación que tiene con su padre. Allison ha obtenido el poder de cambiar la realidad y el pensamiento de las personas. Algo que considera muy invasivo y por lo que se prohibe a sí misma utilizar sus poderes y Klaus ha heredado la peor habilidad: la de médium.

No obstante, se verán obligados a emplear sus poderes cuando Número Cinco (Aidan Gallagher) regrese del futuro con la noticia de que deben parar el Apocalipsis en un plazo de ocho días. Una misión que, al principio parece imposible y en la que también ayudará Vanya (Elliot Page) que, a pesar de no tener poderes, será de gran ayuda para este reto que deberán atajar.