La madre de Cristina confiesa cómo fue emigrar a Madrid en los años 50 y qué cosas "se han perdido" en España

Ingeborg Schlichting presenta el libro 'Así encontré la felicidad', en el que narra cómo un viaje de 6 meses desde Alemania se convirtió en 65 años en nuestro país

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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A sus 86 años, Ingebor Schlichting ha escrito por primera vez en su vida un libro que, además, es el libro de su vida, 'Así encontré la felicidad'. Un relato lleno de emoción, de alegría y de exaltación de las pequeñas cosas de la vida que, en realidad, son las importantes. Además, Ingebor es la madre de la directora de Fin de Semana de COPE, Cristina López Schlichting.

Cuenta la madre de la comunicadora de COPE que todo comenzó para ella en la radio cuando su hija comenzó a referirse mucho en el programa a la Segunda Guerra Mundial y le pidió que fuera para contar su infancia y cómo lo pasó en el bombardeo de Hamburgo: “Poco a poco hemos ido a más y aquí estoy”, comenta. “Escuchaban los relatos de esa niña cuyo padre la levantaba con las sirenas de los bombardeos y la metía en el sótano y se quedaron fascinados en el aniversario de la Guerra Mundial”, añade Cristina.

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Así, y a partir de entonces, los oyentes no querían que Ingeborg se retirara del programa y comenzó a hablar de la España de los 50 y los 60.

La madre de Cristina y la España de los años 50

A la madre de la directora de Fin de Semana la llamó primero una editora para proponerle escribir el libro de su vida pero, como su marido estaba ya muy enfermo, decidió que era mucho trabajo y dijo que no. “Mis hijas me pidieron que lo hiciese, que era muy importante para la familia y, cuando falleció mi marido me hizo pasar ese año de luto, me distraía con el libro bastante”, confiesa a Pilar Cisneros este viernes en La Tarde. “También he echado alguna lágrima en el libro porque, acordándome de mi marido, me costaba a veces”.

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Y es que con 21 años se planta en España después de haber trabajado en Hamburgo en una empresa de importaciones y exportaciones. “Nosotros habíamos estudiado en la Escuela de Comercio Español, pero no era suficiente. Vinimos para 6 meses y se han convertido en 65 años”, comenta entre risas. “España entonces era muy diferente, y a mi me encantó”.

Apunta Ingeborg a que nuestro país le cautivó so sólo por el buen tiempo. “Madrid tenía un encanto muy especial y muchas cosas se han perdido. Era una ciudad preciosa, tenía muchísimos bulevares, me encantaba el de Velázquez y Serrano, tomaba horchata, limón granizado en verano... Luego conocí a Felipe relativamente pronto, a los dos meses de empezar a trabajar en Lufthansa”.

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La herramienta con la que Ingeborg controlaba a Cristina

La madre de la directora de Fin de Semana confiesa que Cristina era “bastante conflictiva” cuando era niña, “siempre se accidentada” y “se caía de todos los sitios”. “Era la que más guerra daba de pequeña, pero las cosas cambiaron porque de mayor era la más responsable”, bromea Ingeborg que llega a reconocer que tuvo que echar mano de una herramienta inusual para tenerla controlada. “Era tan agitada que le puso un arnés y le llevaba como una mascota”.

“Es que una vez casi le pillan en la carretera de Barcelona, a la altura de Alcalá de Henares, de repente se levanta y se va para la carretera y casi la pilla un coche, entonces le compré un arnés en Alemania y la ataba al carrito”, se justifica la madre de la periodista. Eso sí, por su parte Cristina recordaba que su abuela de Alemania escribía en una carta que, con 10 años, su nieta ya era curiosa e interesada por todo.

Un libro que la madre de la presentadora cuenta en La Tarde que ha escrito a mano y que después su nieta ha pasado a ordenador antes de pasarlo a la editorial.