La foto de Fernando de Haro: "Pero el hambre, que tendrá el hambre o el apetito, que siempre vuelve."
La foto del día de Fernando de Haro
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La foto de hoy llega desde Barcelona, desde la Barcelona de hace 60 años. Es de un clásico, Evelyn Hofer. La foto, como digo, está tomada en Barcelona, en un callejón estrecho y en cuesta. En una acera breve resiste la fuerza de gravedad una mesa vestida con un mantel blanco. Es una de las mesas de un restaurante que se llamaba los Caracoles. Y a esa mesa, se ha sentado el dueño del negocio, el solo, el dueño de los Caracoles. Ya no son las horas del intenso trajín del almuerzo. El restaurador está en mangas de camisa pero bien ceñido con el chaleco del traje. El restaurador se ha desanudado una corbata de topos que rodea su cuello ancho. Sobre la mesa quedan las mondas de dos tajadas de melón, un porrón de vino ya vacío y una taza de café con un churrete. El dueño de los Carocales se ha servido una copita de un famoso Brandy y sostiene en su mano derecha un cigarro-puro. El dueño de las Caracoles mira a cámara con una media sonrisa de satisfacción, la satisfacción de la buena comida que se sirve en su local, la satisfacción del sabor del café amargo después de un festival de sensanciones, la satisfacción de una moderada embriaguez que no lo tiene mareado ni distraido. El dueño de los Caracoles se ha dado un buen homenaje en medio de la calle, donde todo el mundo podía verlo. El dueño de los Caracoles ha quedado bien pagado, ha quedado con el deseo bien cumplido. Pero el hambre, que tendrá el hambre o el apetito, que siempre vuelve.