La foto de Fernando de Haro: "La primavera ha sazonado la hierba de un palmo con minúsculas flores blancas"

La foto de hoy es de una exposición que hay en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid. Una señora mayor posa delante de una casa de pueblo con jardín. La puerta de la casa con dos cuerpos de madera y con un dintel de piedra. Por la fachada de la casa trepa un galán de noche muy crecido, un galán de noche dulce, con un tronco viejo y ramas que dibujan en la pared blanca la nostalgia de la noches de verano. El jardín delantero es un pequeño prado salpicado por margaritas. La primavera ha sazonado la hierba de un palmo con minúsculas flores blancas, como se sazona un día corriente con una alegría, como se salpica el tedio con chispas de lucidez. La señora mayor que está en medio del prado ha salido de su sala de estar con unas zapatillas calentitas y una bata rosa muy coqueta. La bata la lleva sobre unos pantalones y una blusa con lazo, la bata sirve para combatir la humedad del mes de mayo, para ahuyentar el roce en la la ropa de calle. La señora entrelaza sus manos delante de la cintura, una mano sobre la otra, con un gesto gentil, con un gesto de conformidad, con el gesto de quien ha sido paciente en los trabajos, en los contratiempos y las calamidades. La señora sonríe con unos labios muy finos, con un gesto de concordia con su destino, con una concordia que no es la de quien se resigna, de quien se ha humillado o rendido, de quien se ha dado por un caso perdido y se ha olvidado de sí misma. La señora muestra la conformidad de los que no han sido defraudados.