Fernando de Haro: "Es disparatado comparar lo que ocurre en Brasil con lo que está ocurriendo en España"
- 2 MIN
La semana pasada hicimos 'La Tarde' desde Roma con motivo del fallecimiento de Benedicto XVI. Roma es una ciudad a la que no te acostumbras. Siempre te sorprende. Por ejemplo, giras una calle y aparece el Panteón y aunque sabes que está ahí, te vuelve a sorprender y está allí desde hace 2.000 años. Durante mucho tiempo se ha intentado averiguar cuál es el secreto del hormigón romano, que dura más de 2.000 años. Ahora se han descubierto sus componentes: un equipo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT), la Universidad de Harvard y diversos laboratorios italianos y suizos. No solo utilizaban ceniza, sino también cal viva. Todavía tenemos mucho que aprender de los romanos en ingeniería.
Lo llamativo es que tengamos tanta curiosidad por el progreso técnico de la antigüedad y tan poco por el progreso humano o cultural: ya no estudiamos historia, ya no leemos nada que no ha sido escrito más allá de 15 segundos. En las letras de hace 2.500 años hay aventuras heroicas de un cierto Aquiles que son la mar de entretenidas, historias de una cierta Antígona que se parecen mucho a las historias de las mujeres ucranianas, de un tal Séneca que ríete de los libros de autoayuda. En la antigüedad hay buen hormigón, pero no solo hormigón.
Y en Brasil la situación ha vuelto a la normalidad y en España Felipe González ha dado un toque lleno de sentido común. Es disparatado comparar lo que ocurre en Brasil con lo que está ocurriendo en España. Una comparación que han hecho izquierda y derecha.
Afortunadamente, estamos lejos de un asalto violento a las principales instituciones del Estado. Aquí nadie cuestiona los resultados electorales y conviene no exagerar en estas cuestiones tan delicadas.
Los acontecimientos de Brasil tienen mucho que ver con una devastadora destrucción de la cultura política, una extensión de las noticias falsas y un cuestionamiento de las fuentes de información verificada. Nosotros no hemos llegado a ese punto. Ayer tuvimos en 'La Tarde' a una partidaria de Bolsonaro y nos hizo entender por qué se apoya un asalto a las instituciones como pasó en Brasilia.
La chica que entrevistamos ayer que decía que se informaba en redes sociales y que los asaltantes eran gentes pacíficas. Pero tanto los sucesos de Brasilia, como el asalto al Capitolio en Estados Unidos hace dos años, son un serio aviso.
El problema en España no es que haya una falta absoluta de cultura política. El problema tiene que ver mucho con las instituciones. Cultura e instituciones democráticas son dos elementos circulares, la una alimenta a la otra y viceversa. No podemos confiarnos, un país se construye todos los días.