De Haro: “Si C's apoya al PSOE en algunas CCAA, Rivera debería exigir contraprestaciones a nivel nacional"

Ayer tarde, cuando aparecieron las primeras encuestas, especialmente la primera encuesta de Telemadrid, más de uno y más de dos en el PP pensaron que había llegado la hora de darle la puntilla a Pablo Casado. Más de uno y más de dos hasta bien entrada la noche, porque el recuento fue terriblemente pesado, ya habían metido a Casado en el mismo cajón en el que está Hernández Macha, aquel presidente efímero de Alianza Popular. La derecha tiene una terrible tradición cainita. Pero pasadas las 11 de la noche, en torno a las 11 y 15, Casado empezó a tener claro que se podía quedar al frente del PP. A partir de esa hora todo fue a mejor. Y la de Casado ha sido una dulce derrota. Recuperar la alcaldía y la Comunidad de Madrid es mucho. La política es imagen y la alcaldía de Madrid permite proyectar la imagen de una remontada del PP.

Ya veremos si el PP conserva Castilla y León y Murcia, tiene opciones de gobernar en Aragón. Recupera ayuntamientos como Zaragoza, Oviedo, Albacete, Cáceres, Córdoba o Granada. Málaga estuvo al borde del precipicio, pero se conservó, como Almería. Asimismo, pueden gobernar León, Palencia y Burgos. En Navarra han ganado, junto a UPN y Ciudadanos, pero otro triunfo a fin de cuentas. Las europeas también le dan oxígeno a Casado: el PP obtuvo el 20% de los votos, ensanchando su ventaja con Ciudadanos (12%) y con Vox (6%). Vox, que le quitó al PP en las generales 1.600.000 votos, ha perdido la mitad de sus apoyos. Casado se sacudió anoche los enemigos internos, que son muchos, y la pesadilla del sorpasso de Ciudadanos. Tras el Comité Ejecutivo Nacional, Casado se ha revindicado como el hombre que ha hecho posible la recuperación del partido.

Una vez más, en el partido de Rivera las expectativas han estado por encima de los resultados. Ciudadanos ha tenido buenos resultados, los naranjas mejoran prácticamente todas sus marcas. Tienen la llave en Castilla y León y en Aragón. Pero no se han puesto por delante del PP. Lo estuvieron en las generales en la Comunidad de Madrid y ahora ya no lo están. En las europeas han perdido cerca de un millón y medio de votos respecto a las generales. Con este resultado, Ciudadanos tiene un papel decisivo en Comunidades Autónomas y algunas ciudades, pero como partido bisagra.

Arrimadas ha comparecido tras la reunión de la Ejecutiva Nacional y no ha querido contestar si Ciudadanos apoyará a PSOE o PP en comunidades como Castilla y León o Aragón y remite a la formación del comité de negociación. Ayer, Sánchez le pidió que le levantara el veto. Si al final apoya al socialista Lamban en Aragón y al socialista Tudanca en Castilla Y León, lo lógico es que Rivera exija contraprestaciones en la política nacional. Y un acercamiento de Ciudadanos al PSOE no sería mala cosa para recuperar una política de centro.