Esta mañana ha sido detenido el padre de los niños de Godella (Valencia), que fueron encontrados sin vida en la tarde del jueves ha sido también detenido. La madre ya había sido arrestada ayer. A las cinco vamos a analizar las claves de este filicidio, que nos ha dejado espeluznados.
Pero ahora hay que hablar otra vez de Franco, porque Pedro Sánchez está decidido a pasar a la historia como el nuevo Vizcaíno Casas, ¿se acuerdan ustedes vosotros de aquella novela titulada al tercer año resucito? Pues igual, a los 40 años resucitó.
Hoy no hemos tenido viernes social sino un viernes trampa, en realidad los viernes sociales también son viernes trampa porque si la oposición se opone a los decretos leyes que está aprobando el Gobierno en las últimas semanas, es rápidamente tachada de antisocial y antiprogresista.
La trampa de hoy para la precampaña electoral la ha montado la vicepresidenta Carmen Calvo con los restos de Franco. Ha anunciado con toda ceremonia que los restos de Franco serán reinhumados en el panteón de Mingorrubio, en el cementerio de El Pardo. El panteón es propiedad de Patrimonio Nacional.
A pesar de la rotundidad del anuncio, el anuncio tiene un valor similar al que hizo la misma vicepresidenta Calvo el pasado mes de agosto.
La exhumación de los restos de Franco ni en agosto del año pasado ni en este mes de marzo depende de la decisión del Gobierno. Depende de la decisión del Gobierno y de un acuerdo con la familia. Acuerdo con la familia que el Gobierno nunca ha conseguido porque nunca ha querido sentarse a negociar. La familia, como recordamos, todos, quería que el último destino de Franco fuese la Catedral de la Almudena de Madrid. Desde el pasado viernes la última decisión depende del Supremo al que la familia ha recurrido. El recurso está admitido a tramite y dentro de unos días sabremos si el Supremo decreta la suspensión cautelar que ha pedido la familia.
El Supremo le ha dado hasta la semana que viene a la abogacía del Estado para que se pronuncie. Si se admite la suspensión cautelar la exhumación quedará paralizada. El Gobierno ha hecho pura propaganda electoral del 10 de junio y ha mostrado muy poco respeto con la justicia porque la fecha y decisión última depende del Supremo. Y no solo del Supremo porque los Franco ya han anunciado que van a pedir que el Supremo eleve una cuestión de inconstitucionalidad. Pero a Sánchez le da igual el proceso judicial, se trata de polarizar para ganar votos. Esperemos que la oposición no caiga, como con los decretos leyes, en la trampa.