Pilar Cisneros: “Viviremos la espiritualidad y el significado de la Semana Santa en la intimidad”

La copresentadora de 'La Tarde' de COPE, Pilar Cisneros compara el Viernes de Dolores del año pasado con el presente, porque esta Semana Santa la ha cambiado el confinamiento. 

A esta hora de la tarde en un Viernes de Dolores normal, en un Viernes de Dolores, el año pasado sin ir más lejos te encontrabas cargando maletas en el coche, familia dentro y a la carretera camino de tu lugar de vacaciones. En busca del pueblo, de la playa y de las magníficas procesiones de Semana Santa de cada rincón de nuestro país.

Después te acompañaba en el atasco, te recomendaba prudencia y la consabida frase: lo importante es llegar.

Conectábamos varias veces a lo largo de la tarde con la DGT y te informaba de las retenciones kilométricas sobre todo a las salidas de las grandes ciudades y seguramente diríamos eso de se esperan 15 millones de aplazamientos a lo largo de la Semana Santa.

Pilar Cisneros sobre el Viernes de Dolores marcado por el coronavirus

Hoy 3 de abril de 2020 también es Viernes de Dolores pero tu coche permanece en el garaje, los pasos de Semana Santa en las iglesias y museos y tú, yo y la mayoría de la población de este país sigue confinada en casa.

El coronavirus lo ha cambiado todo. Lo ha parado todo. Viviremos la espiritualidad y el significado de la Semana Santa en la intimidad y buscaremos alternativas de ocio para nuestros hijos sin salir del salón.

El coronavirus nos exige un coraje desconocido hasta hoy en muchos de nosotros. Nos ha puesto a prueba como seres humanos y como sociedad y lo hace cada día que pasa. Y sigue haciéndolo cada día.

Tu capacidad de adaptación a las circunstancias, la de tus padres mayores aislados lejos de ti, la de tus propios hijos pequeños era, te está sorprendiendo para bien.

Porque estamos aguantando, porque lo estamos haciendo bien a pesar de las circunstancias y porque, aunque echemos mucho de menos esas vacaciones que tendrías que haber empezado hoy mismo, sabemos que estamos inmersos en un reto mayor, un bien mayor, el de derrotar a un virus que ha puesto nuestra vida patas arriba. Y ante el gran reto y esa lucha de todos, las vacaciones son un pequeño detalle sin importancia.