"No podemos mirar a otro lado ante la posibilidad de una escalada militar en una zona donde tenemos soldados españoles"
La directora de 'La Tarde' analiza lo que está pasando en el Líbano y explica por qué es algo que nos afecta
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Es como una pescadilla que se muerde la cola. Hezbolá ha comenzado a lanzar centenares de cohetes contra diferentes poblaciones en el norte de Israel. Seguramente, forman parte de la respuesta que tratan de dar al golpe que han recibido con ese ataque de película que hizo estallar de forma sincronizada los buscas y las radios de sus milicianos.
Es una operación quirúrgica espectacular, sin olvidar que ha provocado casi 40 muertos y miles de heridos, entre ellos civiles.
A esta hora la rueda de violencia sigue girando. Ahora son son los cohetes los que caen sobre poblaciones israelíes mientras se empieza a informar de bombardeos en Beirut, la capital del Líbano por parte de la aviación israelí. ¿Qué vendrá después? Podemos esperar de todo, menos tranquilidad.
Y seguro que todo esto te suena a lo de siempre.
Desde hace décadas el Líbano es así. Un lugar donde la paz es como un jarrón de cristal colocado sobre un castillo de naipes. Una situación que por cierto, podemos sentir más cerca de lo que pensamos. Me explico.
Para evitar que ese castillo caiga por el viento de la guerra, existe desde 1978 una misión de la ONU llamada FINUL. Por ese motivo, ahora mismo en el Líbano hay unos 13.000 soldados de Naciones Unidas. De ellos, 650 son españoles.
El mandato que tienen es el de asistir a la población civil y vigilar el mantenimiento de la paz. Y si esto ha sido difícil durante décadas, imagínate ahora, con el olor a pólvora recién quemada. El contingente español está en esa zona desde 2006. En este tiempo 16 soldados españoles han perdido la vida en esa tierra.
Aunque solo fuera por este motivo (la misión española en el Líbano) debería de preocuparnos qué puede venir ahora. La propia ONU tiene planes de contingencia por si la situación se desborda pero lo que está claro es que el escenario puede cambiar mucho en los próximos días.
No es lo mismo estar para mantener la paz, como están ahora los soldados españoles, que permanecer allí para restablecerla, como podría pasar. Creo que esto es algo que debemos tener muy claro.
Lo cierto es que nadie sabe qué puede ocurrir. La zona es tan impredecible como siempre. Y de verdad que no se trata de ser alarmistas, pero tampoco ayuda mirar para otro lado ante la posibilidad real de una escalada militar en una zona donde ahora mismo tenemos soldados españoles.