"Es el momento de sacar el aforo comodín ahora, porque a principios de año la situación de Ábalos puede haber cambiado"
La directora de 'La Tarde' analiza la denuncia de Ábalos a la Guardia Civil por investigar su correspondencia, ya que mantiene la condición de aforado
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El exministro José Luis Ábalos ha denunciado hoy a la Guardia Civil por interceptar su correspondencia durante la investigación del 'caso Koldo'.
Ábalos, que todavía es diputado, cree que no se respetó su condición de aforado y no se debió de intentar abrir esa documentación que le enviaba el hermano de Koldo, ni mantener la vigilancia sobre su residencia o sobre su coche.
Hasta ahora el aforamiento ha sido la clave de la defensa del exministro y te voy a explicar por qué.
Ser aforado, en síntesis, significa que no puedes ser juzgado por un tribunal normal, como el resto de ciudadanos. Si un vecino, cualquiera de nosotros, comete un delito, será juzgado en un tribunal de primera instancia. Pero los aforados van a tribunales superiores.
A lo mejor te sorprende saber que en España hay más de 200.000 aforados en virtud de su profesión o cargo aunque no todos tienen el mismo nivel. Por ejemplo, son aforados también los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de seguridad y si tienen que ser juzgados van a una Audiencia Provincial.
En el caso de los diputados o senadores, les corresponde el Tribunal Supremo, pero antes el Congreso tiene que dar su permiso. Es una garantía procesal que a la mayoría de los ciudadanos nos suena a privilegio. En teoría, se hace porque el Supremo puede garantizar mejor la independencia judicial frente a presiones políticas, pero, la verdad, sigue sonando a privilegio.
Pero tiene una parte mala y es que, si te juzga el Supremo y te condena, ya no puedes recurrir la sentencia a otro tribunal más alto. Bueno, te quedaría el Constitucional, pero solo si se ha vulnerado algún derecho recogido en la Constitución y sería un recurso excepcional.
Hoy José Luis Ábalos ha sacado el comodín del aforamiento y parece evidente que el exministro, a quien la investigación policial otorga un papel relevante en el 'caso Koldo', está tratando de deslegitimar todo lo posible la investigación de la Guardia Civil y si puede, invalidar alguna de las pruebas.
Es lo que haría cualquier acusado y más sabiendo que el Supremo acaba de pedir permiso al Congreso para poder juzgarle y retirarle la inmunidad parlamentaria. Eso es un punto de inflexión en este caso y una cuenta atrás.
Así que el momento de sacar el aforo comodín es ahora porque a principios de año la situación de José Luis Ábalos puede haber cambiado bastante.