

"Es probable que ahora el concepto "Solidaridad entre regiones" se saque del cajón donde el PSOE lo metió el día que fueron a pactar con Junts"
La directora de 'La Tarde' analiza el problema de la migración en España y las soluciones que se han puesto encima de la mesa
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Casi 6000 menores no acompañados están ahora mismo bajo la supervisión de Canarias. Este número es, a todas luces, insostenible para el gobierno canario y para se pudiera equilibrar haría falta que 4000 de ellos, aproximadamente, fueran repartidos entre el resto de regiones.
Han pasado meses de negociación para conseguir ese reparto, para intentar lograr un acuerdo homogéneo en materia de inmigración y a día de hoy el único pacto que se ha alcanzado ha sido para todo lo contrario. Lo que se ha firmado ha sido un pacto exclusivo con Junts, un partido que ni siquiera gobierna en Cataluña.
No sé qué pensará Salvador Illa, el presidente catalán, al comprobar que la política de inmigración la tutela un rival político como Junts y con un acuerdo que ha firmado su propio partido, el PSOE.
Tampoco sé muy bien cómo puede atraer el Gobierno al resto de regiones españolas a una acuerdo sobre inmigración cuando está negociando competencias de forma exclusiva con una de ellas.
En todo esto, es Canarias la que está sufriendo un agravio evidente o, al menos, el más llamativo. Tiene una situación límite en sus centros de atención a los que, por cierto, no paran de llegar migrantes porque es un problema que no se va a detener de la noche a la mañana.
Hoy se han vuelto a reunir con el gobierno central. Ha sido la ministra de Hacienda con el presidente de las islas, Fernando Clavijo. La conclusión es que van a volver a reunirse dentro de una semana.
La herramienta a la que se aferra Canarias es el desarrollo de una ley, una reforma legal de la ley de extranjería, que articule ese reparto de menores no acompañados y donde se tenga bien definido el presupuesto. Que esté claro quién pone el dinero.
Hay un cupo de migrantes, digamos previsto, que deben asumir las diferentes regiones, pero luego está un cupo extraordinario, plazas extra de las que se haría cargo el estado.
Lo que me llama la atención es que tratándose de un tema nacional, que implica a todos, sea la comunidad canaria la que va a impulsar las reuniones con los diferentes partidos en el Congreso. Y no me extraña. No tienen tiempo que perder porque el problema lo tienen en su territorio, pero la solución está fuera.
El Gobierno prefiere no meterse mucho sabiendo que la mayoría de las comunidades están gobernadas por el PP y no están por la labor de ser el segundo plato del pacto con los independentistas catalanes.
Es probable que ahora el concepto “Solidaridad entre regiones” se saque del cajón donde el PSOE lo metió el día que fueron a pactar con Junts.