"Resultaría difícil de entender que en 4 meses haya sequía, significaría que no solo tenemos un problema con la falta de agua, sino con cómo la gestionamos"

En estas últimas dos semanas cuántas veces has podido pensar o has escuchado la siguiente frase “¿cuándo va a parar de llover?”

Pues la respuesta está muy cerca, porque la borrasca Martinho está dando hoy los últimos coletazos en el península con aviso amarillo por lluvia en la cornisa cantábrica y también en las Islas Baleares.

Si no cambia nada, mañana martes puede seguir la lluvia en Mallorca y llover con intensidad en la provincia de Huelva y la costa de Cádiz, pero serán alertas muy limitadas. El miércoles, el mapa de España ya aparece limpio de alertas, salvo las islas de Gran Canaria y Tenerife por viento.

Lo que hemos vivido ha roto todos los registros. Ha estado lloviendo con intensidad desde el pasado 1 de marzo. No es solo la cantidad, sino también la amplitud geográfica y el tiempo en el que se ha mantenido la situación: 24 días.

Las lluvias han marcado un récord absoluto en Madrid en el mes de marzo y han multiplicado por 10 la lluvia media que cada año cae por estas fechas en Sevilla, Córdoba, Huelva o Murcia.

La cruz de estos datos es que 3 personas han fallecido y otras 2 estás desaparecidas. Hoy mismo se ha encontrado el cadáver de un hombre en el zona de Málaga en la que se buscaba a un motorista.

En La Coruña tratan de localizar a otro hombre que desapareció en un golpe de mar cuando estaba haciéndose un selfie. A todo esto habría que sumar el daño en cultivos o en patrimonio, con ese puente histórico de Talavera de la Reina que ha quedado derruido en parte.

Ahora bien, estas lluvias tiene por necesidad que conducirnos a pensar en positivo, sobre todo cuando hemos estado años hablando de la amenaza de la sequía en España. No hay que ser ningún experto para imaginar que, ahora mismo, los embalses españoles están mejor de lo que an estado estos últimos años. A día de hoy casi 10 puntos por encima de la media de la última década.

Llama la atención que en cuencas como la del Segura siga habiendo un problema grave, ya que con toda la lluvia que ha caído no llegan todavía al 25% de su capacidad, pero otras zonas como la del Guadiana o el Guadalquivir, tradicionalmente secas, sí que están viviendo una situación inédita en muchos años, con sus embalses y pantanos por encima del 50% de media.

Nadie tiene una bola de cristal para saber exactamente qué nos espera en verano, pero podemos pensar que no será una situación tan estresante como la de otros años en muchos puntos de España. Hay que tener claro que la falta de agua es España no es algo que vaya a desaparecer de la noche a la mañana pero, al menos este año, quizás se suavicen sus efectos.

Resultaría difícil de entender que con todo lo que ha caído acabáramos, en 4 meses hablando de sequía en general. Significaría que no solo tenemos un problema con la falta de agua si no, lo que es peor, con cómo la gestionamos.