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"Sopla de nuevo el viento del cambio en Europa sin que sepamos todavía qué dirección lleva"
La directora de 'La Tarde' analiza la importancia de las elecciones del domingo en Alemania y lo que supone eso para Europa y Ucrania
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La Unión Europea está afrontando un punto de inflexión en su historia. No sé lo que pasará en los próximos meses en la negociación con Ucrania, tampoco sé qué decisiones puede tomar Donald Trump en relación con la OTAN o cuáles serán los próximos movimientos de Vladimir Putin.
Pero sí sé que Europa no será la misma. Aunque sea por pura supervivencia, la Unión Europea debe adaptarse. Hablando de todo esto, me viene a la memoria esta canción que seguro que conocéis. Es la balada del grupo alemán Scorpions, Wind of Change, el viento del cambio, sería la traducción. Se escribió después de que esta banda heavy actuara en Moscú en 1989 y se inspiró en la caída del Muro de Berlín, la reunificación de Alemania y el colapso del sistema comunista.
Aquel viento del cambio traía esperanza. Pues hoy vivimos un vendaval que, sin embargo, nos trae incertidumbre. Alemania siempre ha estado en el epicentro de esos cambios y hoy también. Siempre ha sido la primera economía de la zona euro, el país más industrializado y uno de los mayores productores de armamento del mundo. Cualquier cambio en la Unión Europea tiene que pasar por Berlín y después por París.
Sin embargo, el giro de Estados Unidos hacia Putin ha llegado en un momento clave en Alemania, en medio de un probable cambio de gobierno con unas elecciones que se van a celebrar en 48 horas.
Será fundamental para el futuro europeo saber qué orientación tiene el gobierno alemán que salga de las urnas el próximo domingo. Y esto no será una cosa inmediata, a pesar de que la geopolítica mundial está cambiando a una velocidad de vértigo. Mucho me temo que tendrán que volver a formar algún tipo de coalición porque, a esta hora, no hay un pronóstico claro sobre el ganador.
Se da por hecho el desplome de los socialdemócratas tras el fracaso de la coalición semáforo. Y se da por hecho también que los partidos más votados serían la CDU, los conservadores, y la ultraderecha de Alternativa por Alemania, un partido euroescéptico, anti-inmigración y que tiene muchas más simpatías por la administración Trump y de la administración Trump.
Elon Musk, por ejemplo, está volcado con la causa de este partido. No hay nada claro, entre otras cosas, porque se estima que un 30% de los alemanes no tiene todavía decidido su voto.
La perspectiva para la Unión Europea puede variar mucho dependiendo de quién gobierne allí en Alemania. Y eso nos afectará a todos porque en los próximos meses la Unión tendrá que tomar decisiones determinantes en las que Berlín tiene mucho peso. Sopla de nuevo el viento del cambio en Europa sin que sepamos todavía qué dirección lleva.