"Verdad, sobre el asesinato de Kennedy, solo puede haber una. Que te le creas o no, solo está en tu mano"

La directora de 'La Tarde' pone el foco sobre los papeles y archivos del asesinato de Kennedy, que han salido a la luz después de años clasificados

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El asesinato de Kennedy, el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, es probablemente el magnicidio más famoso de la historia junto con el de Julio César. 

Ha dado para multitud de libros, artículos, películas, series y también todo tipo de teorías. Seguramente has oído estos días que Donald Trump ha desclasificado casi la totalidad de los documentos que todavía estaban secretos sobre este asunto. Podríamos decir que hay un 99% de la información que ya es accesible.

Si tienes interés o curiosidad basta con entrar a la página de los Archivos Nacionales de Estados Unidos y ahí hay una imagen de Kennedy, una especie de dibujo en acuarela. Pinchas ahí y se abrirá la puerta a miles de archivos desclasificados desde 2017. Millones de hojas.

Ahora bien si alguien espera encontrar un relato claro y ordenado de lo que pasó, que se vaya olvidando. Hablamos de una cantidad ingente de documentos que no son nada fáciles de interpretar por varios motivos.

Lo primero es que hay archivos de todo tipo, con miles de nombres, palabras en clave, garabatos, cifrados, manuales. Un cajón de sastre. Lo segundo porque también hay documentos desclasificados sobre el asesinato de Martin Luther King (en 1968) y están mezclados. Lo tercero es que hay que conocer muy bien el contexto histórico, los protocolos de la CIA y todo el caso Kennedy en general para saber qué estás viendo y separar el trigo de la paja.

No es solo ver estos nuevos documentos sino haber visto ya los millones de archivos que desde 2017 se han liberado. Eso no es un trabajo de un par de días. Eso llevaría meses y probablemente años de investigación.

Ahora mismo, hay miles de personas buscando cualquier resquicio nuevo. Incluso hay foros en los que se está utilizando la Inteligencia Artificial para rebuscar en la historia. Y es que no hay nada mejor que un buen misterio envuelto en papeles de la CIA para llamar la atención del espectador.

A un historiador, por ejemplo, podría resultar interesante la actividad de la CIA en la Latinoamérica, especialmente CUBA en aquellos años, con Fidel Castro recién llegado y con el antecendente de la crisis de los misiles. Hay archivos que hablan de acciones encubiertas, cómo reclutar agentes, informes sobre movimientos militares, reuniones secretas. En fin, todo el material necesario para una buena novela.

También encuentras manuales que explican cómo hacer informes sobre “personas de interés”, cómo se puede mirar dentro de los objetos con rayos X o claves para descifrar documentos. Ahora bien, ¿encontrar una verdad oculta durante años a la opinión pública? Eso será bastante más difícil y a lo mejor imposible porque no hay más que rascar.

Lo que tiene este asunto es que hay tanto material que todo el mundo puede encontrar un punto de apoyo. Los escépticos, los convencidos de la versión oficial, los conspiranoicos o los que simplemente tienen curiosidad.

Ahora bien, verdad solo puede haber una. Que te le creas o no, solo está en tu mano.

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