Así fue el secuestro más largo de la historia a bordo de un avión: cruzando los Andes cuando todo empezó

El 30 de mayo de 1973 el vuelo con matrícula HK-1274 de la Sociedad Aeronáutica de Medellín despegó del aeropuerto de Bogotá para realizar una ruta por varias ciudades colombianas. La aeronave cruzaba sin incidentes los Andes cuando dos hombres encapuchados tomaron el control del avión bajo la amenaza de hacerlo explotar. Daba comienzo en ese instante un secuestro aéreo que se alargó más de sesenta horas para convertirse en el más largo y enigmático de todos los tiempos.

Esta es la historia que Massimo Di Ricco recogió en su libro 'Los condenados del aire'. El periodista y escritor italiano ha reconocido en 'La Tarde' que le llamó la atención el carácter “tragicómico” de la piratería aérea que se dio en Latinoamérica entre los años 60 y 70, con Cuba como destino. “En algunos casos se utilizaba una navaja de mentira o, alguna vez, intentaban secuestrar un avión con una pera, simulando que había una granada dentro...”, ha explicado.

Por curioso que parezca, en aquella época, según ha señalado Di Ricco, “había muchos pasajeros que estaban deseando ser secuestrados”. Tal y como ha recordado el escritor, “después de la revolución en Cuba, todo el continente hace un bloqueo al país... Entonces, para muchas personas, la forma más sencilla para llegar allí era comprar un billete de trayecto nacional y 'pedir' a la tripulación que le llevara a Cuba bajo amenaza de armas, aunque muchas veces no eran armas verdaderas”.

Una Cuba idílica

Las compañías aéreas y las tripulaciones llegaron incluso a “consentir a los aeropiratas”. Y es que la jugada no salía nada mal. “Se llegaba a Cuba, la compañía pagaba la estancia en el aeropuerto, el gobierno cubano alojaba en un hotel a todos los pasajeros, al día siguiente les mostraban lo bonito que era cuba y, ese día, les montaban otra vez en el avión con unos regalos y un poco de ron, haciendo propaganda de la revolución”, ha relatado Di Ricco.