Un comandante de avión sorprende a su hija con lo que hace en su último vuelo: "Me hace llorar"

Los padres lo son todo, nos proporcionan las alas que nos hacen falta para lograr nuestros objetivos y poder alcanzar lo más alto. Hoy en 'La Tarde' se ha contado una historia única, en la que un padre y una hija han compartido un momento muy especial.

Se trata de la historia de Javier y María Gomis, padre e hija, y ambos son pilotos de avión. Hace unos días Javier estuvo al mando de su último vuelo comercial antes de jubilarse, y su María fue su copiloto por primera vez. Pilar Cisneros y Javi Nieves, han hablado con los dos protagonistas para conocer los detalles de esta historia.

Sin duda este ha sido el viaje más especial de sus vidas, un vuelo de Madrid a Rio de Janeiro cargado de emotividad. Además, no solo fue el último vuelo de Javier, sino que también fue el primer trayecto transatlántico de María.

Un vuelo de lo más familiar

El comandante Gomis, ha explicado la tradición que tienen en Iberia y lo que se suele hacer en el último vuelo de un piloto: “En la compañía Iberia, que es en la que he trabajo durante más de 25 años hay un ritual en el último vuelo. Nos dejan elegir a la tripulación y el destino del viaje, y siempre se hace alguna celebración con la tripulación, y luego los controladores también suelen colaborar”.

¿Eso quiere decir que Javier eligió que su último viaje fuese junto a su hija? Efectivamente, pero eso no es todo: “Elegí a mi hija María como copiloto, y a su novio, Fran, también lo elegí como copiloto y fue muy especial. Además vino parte de mi familia, mi esposa, mis hermanas y los padres de Fran”.

Una experiencia inolvidable, un vuelo de lo más familiar. Su hija, también ha contado cómo lo vivió y lo que significó para ella: “Fue la primera vez que compartíamos cabina y la verdad que todo fue muy emotivo, para mi es un vuelo muy especial porque gracias a él he cumplido mi sueño de ser piloto. Desde los controladores que le iban dando las gracias, hasta que llegamos a Madrid, organicé que le esperasen todos sus compañeros y amigos en las llegadas”.

No hay mejor profesor

Esta ha sido la primera vez que han compartido una cabina real, pero Javier también fue el instructor de María durante los cursos de simulador: “Tuve la suerte de que los cursos de simulador también fuese mi padre mi instructor”.

El momento del aterrizaje es uno de los más tensos para un novato, pero Javier ha asegurado que su hija está muy bien preparada e hizo un buen aterrizaje: “Aterriza el alumno y el instructor va al lado, es como un coche de autoescuela. Los dos tienen mando sobre el avión y si en algún momento dado tengo que tocar algo como instructor lo puedo hacer, pero no hizo falta, fue muy bien”.

Un relevo generacional repleto de emoción

Después de más de 25 años dedicándose a la aviación, y con miles de horas de vuelo a sus espaldas, un Javier muy emocionado le el relevo a su hija: “Me hace llorar, sí. Realmente había volado conmigo siendo pequeña, pero cuando realmente me dijo que quería ser piloto fue en segundo de bachillerato. Yo lo primero que hice fue recomendarle que fuese al ejército como hice yo, pero al tener gafas no pudo optar a ser piloto militar. Entonces optamos por que fuese piloto civil, y a los cuatro años se graduó”.

Javier ha asegurado que se retira de los vuelos comerciales, pero seguirá impartiendo clases de aviación. No deja su gran pasión por completo, pero no podría haber soñado un mejor final para su carrera profesional.