¿Cómo viven los ganaderos bajo los ataques del lobo? De Haro analiza la situación con dos ganaderos de Zamora

Los ganaderos españoles también se han unido a las tractoradas, que están cortando las carreteras, para reivindicar una mejora de la situación en el campo. Entre estas mejoras, los ganaderos piden un mayor control del lobo que está matando a sus animales, y que desde su entrada en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) está prohibido cazarlo.

Bruselas ha propuesto rebajar la protección de esta especie en toda Europa, de “estrictamente protegido” a “protegido”, por los múltiples ataques al ganado. Asimismo, este miércoles en 'La Tarde', el codirector Fernando de Haro, ha contado desde la sierra de la Culebra en Zamora, cómo viven los ganaderos bajo la amenaza del lobo.

De Haro ha conocido la nave donde están los animales de Antonio, que son cerca de 200 ovejas que el codirector ha podido ver durmiendo en el campo. La principal protección contra el lobo que utiliza este ganadero es un “perro de ayuda y perro mastín de defensa”.

"Te tiene controlado”

Antes de que el lobo se protegiera, este ganadero ha recordado que se hacía “un ojeo” que consistía en hacer “una batida grande” y no había problemas, porque tal y como defiende Antonio, “la cabaña nacional tenía que estar protegida”.

“Aquí en Zamora hay zonas donde está atacando mucho”, le ha contado a de Haro, el ganadero. Incluso, cuando Antonio le ha señalado que ni la valla que tiene, frena al lobo, “¿Pero ni con toda la valla que tienes aquí?”, el ganadero ha negado con la cabeza.

Por otro lado, le ha preguntado a Antonio cómo diferencia al lobo, cuando lo ha visto, de un perro: “el perro se te viene a acercar más, este no, este te está observando, este te tiene controlado”.

¿Cómo se convivía con el lobo antes de que se protegiera?

El periodista ha podido hablar también en el programa con Jose Manuel Soto, el responsable del sindicato COAG de la zona. Este le ha contado que cada vez quedan menos ganaderos, pero que saben lo que hay que tener: “Perros, cancillas, pastoreo, aquí el rebaño no se puede dejar solo”.

Lo que les “salva” a los ganaderos es que el lobo, por esa zona, tiene mucho ciervo y jabalí, “si con el número de lobos que tenemos en la zona, no hubiera otra fauna como son los ciervos, o los corzos o el jabalí, esto sería la guerra de Corea porque el lobo tiene que comer”.

El problema, según Soto, se encuentra en que “la presión del lobo va en aumento, la ganadería va desapareciendo y la fauna se va expandiendo, cada vez hay más”. Igualmente, afirma que la caza allí se “estaba regulando”, que había “una caza selectiva que mantenía un equilibrio” antes de que saltase la protección del lobo.