La conducta antisocial en adolescentes: "Es preocupante el aumento de la violencia en sus manifestaciones"
La educadora social María Dosíl-Santamaría y el psicoterapeuta Juan Carlos Romero explican en 'La Tarde' de COPE la situación real sobre este trastorno en el comportamiento humano
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El aumento de casos de adolescentes, y no tan adolescentes, que actuan de cara al resto de personas de una manera agresiva e insegura, llegando incluso al uso de la violencia física, comienza a preocupar no solo a sus propios padres y expertos, sino a toda la sociedad. En el mismo momento en que la sociedad se hace eco del incremento de personas con un tratorno de conducta antisocial, muchos son los que se preguntan como poder hacer ante tal situación. Identificado el problema por parte de los allegados, llega el momento en el que la unica solución pasa por acudir a especialistas para tener el más mínimo conocimiento de que poder hacer. El desconocimiento de como actuar es una realidad patente. Pero el problema no se queda solo aquí, sino que las familias tampoco saben identificar porque sus hijos se comportan así y, por consiguiente, como evitar generar este tipo de contratiempos.
El incremento del uso de las redes sociales, los cambios de estilo educativo por parte de las familias o el sistema que impone la sociedad, son algunos de los factores que coloquialmente se consideran responsables de tan complejo estado mental. Ante el revuelo causado por el desconocimiento generalizado, María Dosíl-Santamaría, educadora social, mediadora familiar y doctora en Psicología, junto al psicólogo y psicoterapeuta con 30 años de experiencia en la intervención con adolescencias complicadas, Juan Carlos Romero León, atienden a los micrófonos de "La Tarde" en COPE para desdibujar ciertos mitos surgidos sobre este asunto y mostrar la realidad existente que le rodea.
"El diagnostico que se hace de este tipo de trastornos de la conducta es la agresión directa, bien por amenazas, peleas o crueldad físicas a las personas. No es que haya un incremento en si en la actualidad del mismo, sino que este tipo de problemáticas han ido floreciendo y se están dando más a conocer gracias a los medios de comunicación y las redes sociales", manifiesta Dosíl-Santamaría especificando la situación actual existente sobre los casos de conducta antisocial. Pese a ello, tal y como ratifica Juan Carlos Romero "si que es un aspecto preocupante en los últimos años el aumento del uso de la violencia en todas sus manifestaciones".
Los problemas mentales historicamente suelen ligarse a malas situaciones en lo relativo a lo económico y a lo social. Desmitificando dicha idea sobre que las denominadas "clases sociales bajas" son el epicentro de este tipo de sucesos, Juan Carlos Romero afirma que "no es posible establecer un perfil ya que no hay perfil psocieconómico, ni de clase social".
Una vez visto que estamos ante un caso de este tipo, lo importante es acudir a un médico o una persona especializada en el tema. Pese a ello, no se debe ubicar toda la importancia en un profesional, sino que la influencia familiar es fundamental para solventar estos trastornos: "Lo importante en la familia es el acompañamiento, pero sobretodo estar alerta y comunicarte con el menor. Es verdad que en base a las nuevas tecnologias, las comunicaciones pasan a otro plano. Quizas las comunicaciones se hacen mediante dispositivos y las familias pierden capacidad de interacción con ese adolescente", expresa María.
La comunicación puede ser una solución o un alivio momentaneo al problema. Pese a ello, no hay que caer en el error de que solo hay que solventar el problema, sino que intentar evitarlo es tanto o más importante: "Antes de llegar a este tipo de conductas, generalmente hay otros factores que protegen a que esta conducta no se desarrolle. Por eso, antes de comunicar hay que hacer una observación previa. Hay que buscar puntos para lazos y vinculos para generar ese acompañamiento", manifiesta la educadora social.
"Educar a un hijo es un proceso muy complejo. Historicamente no eran las familias quien hacían este labor en exclusividad. Esta tarea se veía apoyada por vecinos, la comunidad, familiares, amigos,... La familia hoy en día está muy aislada en la educación de sus hijos. En eso me refiero a que en los en los ultimos 30 y 40 años se han sucedido cambios importantes culturales que están a la base con lo que nos estasmos encontrando en el fenómeno adolescente. Es decir, estamos encontrando chicos y chicas que tienen serias dificulteades en mediar su deseos y necesadides con lo que son las exigencias del mundo adulto y el medio externo. Esto anteriormente se hacía más facil gracias a la socialización y ahora estos elementos han desaparecido quedando todo en manos de padres y madres", expone Romero intentando demostrar que la importancia del factor social y cultural en este tipo de conductas además de enunciar su evidente evolución a peor.
Llegados a este punto, la lógica lleva a preguntarse si realmente existe alguna solución real para solventar dicha situación. Preguntada por elllo, Dosíl-Santamaría expresa que "no tiene una varita mágica ni una fórmula real". Es decir, a día de hoy no existe un proceso a seguir que sea capaz, con una solvencia total, de erradicar esta problemática conducta ya que esta es multicausal. Ante esto, la educadora social apela por "tener una mayor responsabilidad como comunidad para solucinar esto" ya que "nos centramos mucho en la problematica y la mirada debe ser más amplia".
"Lo que procuramos enseñar a todos aquellos profesionales y colectivas que intervienen con estos chicos y chicas es que esta conducta antisocial como toda conducta es comunciación. Y la comunicación transmite aspectos del individuo que transmite la conducta y tiene un caracter contextual. No hay que fijarse en la conducta en si misma, la cual intentamos eliminar a toda costa porque es impactante. La conducta refleja una seria de circunstancias y características de estas personas por debajo que es lo que tenemos que saber leer para hacer intervenciones individuales en cada caso. También es muy importante tener en cuenta que estos adolescentes que emiten estas conductas son chicos y chicas que sufren. Sus conductas hacen sufrir pero ellos también sufren. Hay que ayudarles de manera individualizada", añade el psicoterapeuta intentando hacer ver la importancia de comunicar con los pacientes ya que cada uno es un caso individualizado.