Las consecuencias de las lluvias en la agricultura y la ganadería en España: de bendición a pesadilla

Hannah, Konrad, Lawrence, y por último Martinho. Es casi un mes mirando al cielo y viendo nubes de forma constante. Seguramente, en los últimos años habrás escuchado que España ha pasado por un gran período de sequía, sobre todo desde 2022. Y por lo tanto, pensarás que estas lluvias que hemos tenido en el último mes han sido buenas y sanatorias. El caso es que sí... pero también ha perjudicado

"NI SI QUIERA SE PUEDE ACCEDER A LAS TIERRAS"

En la Tarde de COPE, Pilar García Muñiz ha contactado con agricultores y ganaderos afectados por las lluvias. El primero de ellos ha sido Ramon, que tiene 120 hectáreas de cereal en Carmona, Sevilla. Ha explicado que todavía no ha podido plantar garbanzos y girasoles porque "no ha tenido ni la ocasión de poder entrar en la tierra para plantar", a causa de las lluvias. 

Le ha confirmado, apenado, a Pilar García Muñiz que "ya van tarde" en la plantación. "Es imposible llegar a las propias parcelas por el deterioro que han cuido los caminos y por arroyos que se han desbordado". Por lo tanto, con tierras, todavía, anegadas, no sabe cuando va a poder seguir con su trabajo

viñas y olivos, beneficiados

Una de las cosechas que sí se ha visto beneficiada ha sido el del viñedo y el olivar. En la Tarde, hemos hablado con Juan, de Badajoz. "Ahora mismo estoy debajo de un olivo, y está precioso", le ha asegurado a Pilar. 

Según nos ha contado, en los últimos años, la sequía había perjudicado a este tipo de cultivos, pero gracias a estas lluvias, se han recuperado. "El problema es el frío", ha reconocido Juan, afirmando que esperan "tener una cosecha aceptable".

LAS LLUVIAS, UN RELATIVO ALIVIO PARA LA GANADERÍA EXTENSIVA

Cuanto más llueva, más pasto habrá para el ganado. Esa es una conclusión bastante razonable, aunque tiene matices. 

En la Tarde, Pilar García Muñiz ha contactado con Charo, una ganadera de vacuno en Cantabria, y nos ha contado por qué tampoco es bueno que llueva abundantemente. "Si llueve mucho, como el terreno es arcilloso, las vacas lo pisan mucho e lo destrozan y queda inservible para todo el año

Charo tiene 140 vacas, y ha afirmado que en 8 días deberían sacar las vacas a pastar, pero que todavía no lo van a hacer, precisamente porque el suelo está tan mojado, que destrozaría el pasto que también tienen que guardar para poder utilizarlo durante el invierno. "Se retrasa la primavera para ellas", ha afirmado. Tienen ganas de salir porqué huelen la hierba"