Le diagnostican dos cánceres en San Sebastián y gracias a lo que hace su marido puede superarlos
Xavier Álvarez y su mujer, Begoña, reeconstruyen desde la nada el reloj creado por Yeregui Benito
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tic-Tac, Tic-Tac... Xavier Álvarez ha sido el encargado de poner en marcha de nuevo el reloj de la catedral del Buen Pastor en San Sebastián. Dos años ha durado la restauración del "Reloj de péndulo compensado", un "Odobey" fabricado en Francia en 1897. Este imponente reloj tiene 130 años y llevaba parado 40 años, lo más llamativo de esta historia es que el encargado de instalar ese reloj hace 130 años fue el bisabuelo de Xavier Benito, Yeregui Benito, que llegó a construir hasta 80 relojes.
Xavier ha puesto de nuevo en marcha el reloj después de 40 años totalmente gratis porque se sentía en deuda con su bisabuelo. Lo curioso es que estuvo funcionando perfectamente varias décadas hasta que en 1979 dejó de funcionar, y lo que hicieron fue colocar un mecanismo electrónico de 1879 para que el reloj siguiera funcionando. Pues después de muchos años, el reloj original vuelve al funcionamiento tradicional gracias a Xavier y a su mujer Begoña que han sido capaces de unir más de 1.000 piezas para que esto sucediera.
Terapia de choque
Hoy en La Tarde, Fernando de Haro ha podido hablar con Xavier Álvarez y su mujer Begoña sobre esta increible azaña. Xavier ha contado que "si se coloca y suben unas pesas y le dan al péndulo el reloj funciona, pero que al no haber foso de caída de piedras, no puede funcionar durante mucho tiempo". Xavier ha sido el artifice de esta proeza, pero sin la ayuda de su mujer, Begoña, no podría haberlo realizado.
Begoña ayudó a Xavier en forma de terapia, ya que gracias al trabajo en este reloj, la mujer pudo superar dos cánceres. Una tratamiento que le ayudó a no pensar tanto en la enfermedad, socializar y a no darle vueltas a la cabeza. Una heroína en la sombra que gracias a este trabajo, pudo ayudar a su marido a arreglar un reloj totalmente desde el principio, ya que su bisuabuelo no le dejó ningún plano o instrucciones para poder reconstruir el artefacto de nuevo.
¿Cómo fue el proceso de reeconstrucción?
"Lo más difícil de arrancar de este trabajo fue tomar la decisión de restaurarlo". Xavier cuenta que bajaron el reloj de la torre, le hicieron una primera limpieza y una primera puesta en marcha, y vieron que el reloj tenía alguna incidencia mecánica. Un desajuste, unos simples problemas mecánicos fruto de no haber hecho un buen mantenimiento anteriormente.
Asimismo, desmontaron el reloj y limpiaron todo para posteriormente volverlo a montar y unir todas esas piezas para su correcto funcionamiento. Además, aunque lo hicieron con todas las piezas tradicionales y todo a la antigua como hizo su bisabuelo, Xavier comenta que se le puso un autómata programable, que es un sistema electrónico de vigilancia, el cual según donde pongo los sensores, detecta aquello que estás buscando, en su caso, Xavier recuerda que una vez fallaban las campanadas de la noche, y que gracias a este autómata detectaron que no iba bien y pudieron arreglarlo hasta a día de hoy que el reloj siguue funcionando perfectamente.