El duro testimonio de una madre con sus hijos en un colegio de acogida en Valencia tras la DANA: "No tenemos otra opción"
La Generalitat Valenciana marcó esté lunes como fecha de vuelta a la normalidad para los colegios, pero miles de niños siguen sin poder volver al centro educativo al que han asistido toda la vida
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Una de las consecuencias más graves que ha dejado la DANA la están viviendo los más pequeños. Las riadas afectaron a 24.000 alumnos, y, de momento, solo 4.000 de ellos han conseguido volver a la normalidad escolar en las zonas afectadas. Durante este tiempo, esos niños que estaban escolarizados en los colegios destrozados, han sido acogidos en centros educativos alternativos.
En la Tarde de COPE hemos hablado con Elisabeth. Ella vive en Paiporta, y sus dos hijos no han podido volver a su colegio de toda la vida. De momento. están yendo a clase en Valencia, gracias a que la abuela de los niños vive allí. El problema, es que existe la posibilidad de que ese régimen de acogida no se renueve a partir de este viernes, por falta de plazas. Ha asegurado que "cuando termine el plazo, si no amplían el régimen de acogida, mis hijos no podrán ir al colegio." Uno de los inconvenientes más lógicos en las familias afectadas es el del transporte. "Yo no dispongo de vehículo y mi madre no puede estar llevándolos a otro sitio más lejos".
"No tenemos opciones"
La adaptación de los más pequeños es fundamental para que no pierdan el ritmo a nivel escolar. Elisabeth ha afirmado que sus hijos se han adaptado al colegio de acogida "muy bien", porque "tienen amigos y no les puedo decir que tenéis que ir a otro colegio. No tenemos opciones". Ese es el principal inconveniente de la situación, y que el colegio al que asistían los niños antes de las riadas está completamente devastado: s uno de los más afectados y tiene un pozo debajo que estaba lleno de lodo. "La verdad es que ahora mismo no sabemos en qué punto está. El otro día pasamos, el sábado, no había nadie limpiando. Ya no es solo limpiar. El colegio tiene dos plantas y la planta de abajo está destruida. Toda la sala de infantil, el comedor, aulas de música, todo eso lo tienen que rehabilitar".
Una situación que ha hecho reflexionar a los contertulios de La Tarde, y que ha terminado con una conclusión, por parte de Elisabeth: "La verdad es que mis hijos están viviendo cosas que no debería vivir ningún niño, pero tampoco ningún adulto. Y esto es horroroso para todo el mundo, para niños y para adultos. Pero ellos al final no deberían de pasar por esto y menos aún no deberían de ser las personas que no tienen ni voz ni voto. Al final somos los padres los que estamos moviendo porque ellos no pueden decir nada".