Este es el sencillo ejercicio "made in Japón" que deberías hacer para controlar tu enfado: Funciona
Pilar Cisneros y Jorge Alcalde explican en 'La Tarde' el nuevo método desarrollado por científicos que ayuda a gestionar las emociones en situaciones de estrés
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Aprender a manejar las emociones es un tema del que se habla muy a menudo. De hecho, es común que pueda surgir en una conversación entre familiares o amigos, pero así como es fácil decirlo, no lo es aplicarlo a uno mismo. Controlar algunas como la vergüenza o la ira es particularmente complicado y esa falta de gestión nos puede causar malestar. Sin embargo, un equipo de científicos japoneses ha desarrollado un método que puede ayudarnos a controlar el enfado de manera más efectiva. Consiste en escribir nuestros sentimientos en papel cuando nos sentimos atacados, en lugar de expresarlos con gritos o insultos. Posteriormente, desechamos el papel, ya sea en la papelera o a través de una trituradora.
¿Cómo se realizó el experimento?
El divulgador científico de COPE, Jorge Alcalde, ha explicado a Pilar Cisneros en 'La Tarde' que este simple acto puede llevarnos a liberarnos del enfado de manera efectiva.
El experimento se llevó a cabo con estudiantes universitarios a los que les hicieron creer que estaban haciendo un test normal en el que debían manifestar su opinión sobre temas controvertidos. "Por ejemplo, en un ejercicio les pidieron escribir su opinión en unos folios sobre la prohibición de fumar en lugares públicos. Y después, unos supuestos profesores muy sesudos les corregían, pero esa corrección era falsa. Lo que hacían realmente era insultarles. Decirles, bueno, me parece mentira que una persona como tú sea incapaz de poner una opinión más respetuosa, es que no sabes escribir. Les hacían sentirse verdaderamente airados". El resultado fue que aquellos que rompieron el papel y lo tiraron a la papelera se sintieron mucho más aliviados. "Olvidaron antes la ofensa que se les había generado".
"Romper un plato es una salida natural"
Además de esta investigación, Jorge ha reflexionado sobre la conexión entre nuestras emociones y nuestro cuerpo. Sugiere que la canalización física de la ira, como romper objetos, puede ser una salida natural: "Romper un plato cuando uno es iracundo no es recomendable, pero es una salida natural". Esta idea se fundamenta en la observación de tradiciones en diferentes culturas, como la costumbre japonesa de escribir sentimientos negativos en discos de arcilla y romperlos públicamente.
La sección también ha abordado la relación entre la evolución humana, los sentidos y las emociones. Jorge destaca: "Una parte de nuestro comportamiento se origina hace miles de años, cientos de miles de años, quizá un millón de años". Explica que las emociones, como la ira y el amor, están íntimamente relacionadas con un cerebro muy antiguo, mientras que partes más recientes del cerebro se asocian con la inteligencia y la cognición. Por otro lado, insiste en que todavía queda mucho por investigar: "Los humanos seguimos siendo un misterio".