El estrés emocional, una de las consecuencias de la inflación: "Hemos cuadriplicado nuestra demanda"

Hemos vivido una pandemia y una guerra en Europa que ha provocado la subida de precios. Todos sabemos lo que significa la inflación: llenar el carro de la compra más caro que hace un año. Por no hablar de la gasolina que, aunque ha bajado un poquito, ya nos parece significativo que esté por debajo de los dos euros. Esto es un problema para muchas familias. Pero, además de una vertiente económica, hay una vertiente emocional e incluso mental. Hay personas que tienen que estar pidiendo ayuda, y esto tiene consecuencias en el estado emocional de las mismas.

El director técnico de la asociación Dial, que atiende a personas en riesgo de exclusión social, Raúl Izquierdo, ha asegurado que "desde el inicio de la pandemia hemos cuadruplicado nuestra demanda". Además, "las personas que están una situación más comprometida económicamente, pues no lo están soportando y tienen que acudir a este tipo de ayudas".

¿Cómo llegan emocionalmente estas personas? Según Izquierdo, estas personas llegan desoladas, como si no tuvieran un suelo en el que sostenerse. "Imagínate que pasas de vivir razonablemente bien, con las necesidades cubiertas, echando cuentas pero llegando a fin de mes. Y, de pronto, eso de ja de pasar y pierdes tu fuente de ingresos", ha explicado el director técnico de la asociación.

De hecho, desde su punto de entrega de alimentos, intentan promover un servicio profesionalizado "que permita mantener la dignidad de las familias". Para ello están realizando algunas iniciativas como "mercado solidario online" para que no se vean en la imagen de las colas del hambre. Pero, lo más impactante es que desde el covid hasta la guerra de Ucrania han pasado de atender a "unas cuatrocientas familias al mes a dos mil".

Este dato deja claro que lejos de mejorar la situación, esta se está consolidando y empeorando aún más. Por no mencionar que está habiendo "una caída en aplomo de las donaciones", ha mencionado Raúl Izquierdo.