Un experto en orcas, sobre los últimos incidentes en la costa gallega: "No atacan, interactúan con el barco"
Dos víctimas de ataques de orcas han contado en 'La Tarde' su complicada experiencia con los cetáceos, una visión que no coincide mucho con la del especialista
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Los ataques de orcas siguen siendo un problema en las costas españolas. Fran Guillán es una de las personas que ha sufrido uno de estos ataques. “Nosotros estábamos en travesía, llevábamos una navegación tranquila y a cinco millas al oeste de la isla de Sálvora vimos un par de aletas que claramente no eran delfines y de repente oímos el primer golpe en el barco que nos movió más de treinta grados”, ha relatado Guillán. Con solo un par de golpes más, las orcas comenzaron a causar destrozos en el barco, llegando a causar una avería en el motor que, afortunadamente, no estaban utilizando en ese momento. “Las crías pesan unas 2 toneladas, que es lo que pesa mi coche. Es un animal bellísimo en el mar, pero también es un animal muy fuerte y muy rápido”, ha explicado el marinero.
Alfonso Vega vivió una situación muy similar también en aguas gallegas: “Eran las 12 de la noche y escuché por la radio una llamada de un barco francés al que estaban atacando las orcas a un par de millas de nosotros. Como yo trabajo en el servicio de emergencias, llamé directamente a la torre de salvamento marítimo de Coruña para ir a echarles una mano porque la embarcación francesa estaba yendo sin control contra unos acantilados a causa del ataque de las orcas. Al acercarme a los franceses, las orcas vinieron a por mí”.
El barco en el que Vega navegaba era uno de 12 metros de eslora y unas 6 toneladas, pero las orcas son un animal tan fuerte que no es un gran peso para ellas. “Eran cuatro, aunque en un principio pensamos que eran solo dos porque a esa hora no te ves ni la palma de la mano. Lo primero que notamos fue un fortísimo golpe en la rueda del timón y desde el segundo uno supimos que habían sido las orcas”
Tres portugueses dieron una solución a estos ataques
“Las medidas a tomar recomendadas son que pares el barco, pero está demostradísimo que esas no son las medidas”, ha reclamado Vega. Al parecer, tres portugueses han tomado una medida contra la que están el Gobierno de España y las organizaciones que están detrás de los cetáceos porque se supone que podría llegar a dañar a los animales. La medida en cuestión es dar marcha atrás: “No daña a las orcas porque la hélice, al estar delante del timón, hace que la orca no lo ataque porque es un animal muy inteligente”. Vega reconoce que esta maniobra solo se puede realizar bajo unas condiciones de mar muy tranquilas, por lo que, por ejemplo, en el caso de Fran no se hubiese podido realizar.
Aun con esta maniobra es imposible escapar de las orcas, ya que pueden alcanzar hasta 42 nudos de velocidad, lo que equivale a unos 77 kilómetros por hora, mientras que un velero en unas condiciones muy favorables alcanzaría unos 8/9 nudos, siendo optimista, unos 15 kilómetros por hora.
También ha hablado en 'La Tarde' Bruno Díaz, doctor en ecología y especialista en el comportamiento de mamíferos. Para Díaz, estos percances con los comportamientos de las orcas no son ataques, sino “interacciones bruscas con las palas de los timones de las embarcaciones. Se trata de una especie de juego de aprendizaje”. Según Díaz, las orcas son animales muy complejos que realizan esta actividad porque la consideran beneficiosa para adaptarse a cazar atunes rojos, una especie de “entrenamiento”.
"Un percance es tropezarse, no que te ataque un animal de cuatro toneladas"
Parece ser que no es un comportamiento que se aplique a todas las orcas, sino a una generación en concreto de la orca ibérica y que “según los estudios que se han hecho, no todos los animales que se acercan al barco golpean el barco, algunos solo lo están acompañando. Las orcas son animales matrilineales, a veces es la madre la que se acerca al barco y son las crías las que se ponen a jugar con el barco”.
Alfonso Vega, sin embargo, ha mostrado su total disconformidad con la visión de los hechos del doctor Díaz. “Para que haya interacción tiene que haber reciprocidad y en estas situaciones no hay ninguna reciprocidad. Un percance es tropezarse con la acera o que se te caiga un vaso de agua, no que 4 animales de 4 toneladas cada uno te ataquen en la noche durante 3 horas y te creen una vía de agua en el barco. Yo a eso le llamo ataque. Yo vivo en mi barco, mi barco es mi casa”, alegaba Vega.
Díaz, que ha desarrollado una aplicación para localizar a las orcas, ha contestado a Vega diciéndole que “también soy navegante, navego más de 100 jornadas al año y sé las situaciones que vives en el mar tanto con animales como con el estado del mar y otras condiciones, pero es importante que entre navegantes nos echemos la mano y creo que mi aplicación puede ayudar a evitar a encontrarse con las orcas”.