Fernando de Haro, testigo de la tristeza que impera en Belén, sin peregrinos en la Basílica de la Natividad
Este lunes y martes, Fernando de Haro, con un equipo de La Tarde, nos va a trasladar la realidad que sufre Tierra Santa por la guerra entre Israel y Hamás
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
La Navidad 2023 no va a ser una Navidad normal en Belén. La guerra entre Israel y Hamás marca este año la conmemoración del nacimiento de Jesús.
En Tierra Santa no hay peregrinos, ni turistas, la guerra no es buen reclamo ni para la fe y si durante la pandemia del covid las calles de Jerusalén, de Belén ya sufrieron el vacío, este 2023 va por el mismo camino.
Fernando de Haro, codirector y copresentador de La Tarde de COPE, nos va a mostrar, a través de sus relatos, de sus descriptivas fotografías a las que nos tiene acostumbrados en los programas diarios, qué está pasando en Tierra Santa.
El equipo de COPE con De Haro a la cabeza llegaba este sábado a Israel. Hoy han visitado Belén, la Basílica de la Natividad que a tan solo 7 días de Nochebuena, cualquier otro año, estaría a rebosar de fieles y turistas.
Fernando se ha encontrado este panorama como nos describe:
Los puestos vacíos, esos puestos tradicionales en las que se venden objetos religiosos hechos con madera de olivo, ni siquieran abre. La única tienda abierta es la de Roni, que le ha contado a Fernando de Haro que solo abre la tienda por una razón, "si mi padre se queda en casa se moriría".
Roni es la tercera generación que mantiene abierta esa tienda, negocio del que viven 25 familias, por eso pide que "tengamos pendientes a los cristianos palestinos" y lo más importante, que hay que tener esperanza en estas fechas tan señaladas.
La Basílica de la Natividad, donde nació Jesús, desierta
Pese a estar desierta la explanada; pese a faltar el enorme árbol que otros años adorna el exterior de la Basílica de la Natividad por estas fechas; pese a faltar lo más importante, los fieles que viajan a Belén para besar la estrella en el suelo donde nació Jesús y la Virgen María envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre (Lucas 2:7-14), quienes salen del templo, uno de los más antiguos del mundo cristiano, dicen que "va a ser una gran oportunidad para vivir la esencia de la Natividad de Jesús".
La pequeña puerta que marca la entrada a ese lugar exacto en el que nació el Salvador, al fondo de la explanada de la Basílica de la Natividad, antes de Justiniano, no se vería de la cantidad de gente que habría en estas fechas en Belén. Sin embargo, Fernando de Haro nos la muestra.
Este año, tampoco hay el tradicional árbol con luces que da ambiente navideño a la zona más importante de la ciudad de Belén. Ni árbol ni luces, "es la forma que tienen los habitantes de Belén de solidarizarse con las personas que están perdiendo la vida en una guerra sin fin entre Israel y Hamás", subraya Fernando de Haro.