La foto de Fernando de Haro: "Y ha abierto una boca de pantera para lanzar un grito de protesta..."

Foto de uno de esos baños multitudinarios que suelen tener lugar con motivo del año nuevo. Baños en aguas gélidas de países gélidos y de gentes que tienen en casa una buena calefacción, un par de mantas por cama y sopa en el microondas. Foto de un baño multitudinario con gentes en traje de baño y con gorritos naranjas. La primera es una chica de piel blanca con un bikini negro. La chica, perfectamente depilada, con el abdomen y las piernas cinceladas en el gimnasio, lleva semanas preparando el momento. Ha hecho cientos de abdominales hipopresivos, isométricos. No le queda un gramo de grasa, toda la ha quemado con sacrificio y dedicación. Lleva semanas, quizás meses, preparando el baño gélido de comienzo de año. Ha hecho una dieta con mucho potasio, con zumos de arándano y esencias de plátano. Ha convencido a su mejor amiga para que le acompañe y le ha explicado cómo retratarla con un formato cuadrado que luzca bien en redes. La chica de la foto se ha desnudado en la orilla con mucha concentración, a medida que su cuerpo se iba exponiendo a la brisa de cuchillos de enero, sentía que estaba más cerca el momento de la gran unión, de su comunión con un mar que le purificara-ría, baño frío para entrar en una nueva dimensión, para convertirse en la esposa del gran océano. Pero al meter un píe en el agua de la orilla, todos y cada uno de los átomos de su piel han sentido la repugnancia al castigo, y sin darse cuenta la chica ha abierto las manos y ha tirado de los hombros buscando consuelo. Y sin darse cuenta se le han fruncido las cejas y ha abierto una boca de pantera para lanzar un grito de protesta.