La foto de Fernando de Haro: "Debió de ser la guía de una revolución o de un motín"
La Foto del día de Fernando de Haro
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La foto está tomada en una sala de un museo. Un sala de museo con el suelo de madera, con uno de esos parqués que cuando los pisas cruje y te dice que te estaba esperando y que a tus pies les adorna una nobleza antigua. Una sala de museo con las paredes de color vino tinto, cereza oscura. Paredes de sangre para que en la mirada no haya mucho ruido, para favorecer el silencio de los ojos. Dos trabajadores de la pinacoteca sostienen el marco dorado de un gran cuadro. En el centro del lienzo una señora despechá, literalmente despechá, levanta con una mano una bandera tricolor y con la otra sostiene un largo rifle con bayoneta. La señora guía a una turba de personajes muy variopintos: un niño con dos pistolas que parece salido de una película de vaqueros, un caballerete con sombrero de copa y corbatín, un paisano con la camisa muy abierta que levanta al cielo una espada corta. La señora despechá ha dejado a sus espaldas un incendio de humo blanco y delante de sus pies desnudos se amontonan los cuerpos muertos y desvalijados de algunos jóvenes. A uno de los difuntos le han quitado hasta los pantalones. Se oyen en el cuadro los gritos, las explosiones de los mosquetes, la bulla que forma la muchedumbre. La señora despechá debió de ser la guía de una revolución o de un motín. Ahora solo consigue avanzar gracias a un carrito con ruedas que empujan los dos trabajadores del museo.