La foto de Fernando de Haro: "Juegos de niños sin sangre, sin rencor, alegría limpia..."

Foto de un niño. Un niño con la boca abierta y una mano vendada. El niño se está dando un baño, un baño en un mar de espuma blanca. Espuma como la que se utiliza para hacer pompas de jabón, espuma ligera, vaporosa, espuma que se ahueca con brillos de ilusión. El niño lleva unas gafas de sol enormes y la boca la tiene abierya porque está soplando a una nube sutilísima y divertida. El niño juega, se recrea, se entretiene. Ha merendado leche con miel, esta noche se acostará en una cama bien hecha, sabe que las cosas están bien dispuestas y colocadas, si escucha un ruido en la oscuridad de la noche y piensa que hay fantasmas llama a su madre que le abraza y que le dice que los monstruos no existen, y si otro niño en el colegio se rié de él se lo cuenta a su padre y su padre habla con el profesor y le defeinde y su padre le dice que no debe enfadarse y que debe intentar comprender al niño que se porta mal con él porque seguramente hace esas cosas porque ha sufrido mucho y que hay que ponerse en el lugar de los niños que lo pasan mal y el niño se queda conforme y le dan muchos besos y muchos abrazos y el niño sabe que sus padres le quieren y que se quieren entre ellos y que cuando se enfadan luego se desenfadan y se ríen y se vulven a mirar. El niño juega con la boca abierta sin más sed y más hambre que la de un horizonte redondo y la de un vaje infinito. Juegos de niños sin sangre, sin rencor, alegría limpia, espuma vaporosa.