La foto de Fernando de Haro: "Necesitar auxilio no es síntoma de haberse ahogado en el charco de la nada"
Escucha La Foto de hoy elegida por Fernando de Haro al cierre del programa
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La foto de hoy es un primer plano, un rostro luminoso que emerge de un fondo negro. Es el rostro de una mujer mayor, con el pelo blanco, la frente despejada y la piel con manchas. Pongamos que se llama María. Maria sostiene su cara con dos manos grandes, huesudas. María sonríe con la boca cerrada, sonríe con unos ojos negros llenos de luz. Sonríe como una niña pequeña. María se acuerda de muchas cosas, del tren que iba de su pueblo a la capital, del olor a tabaco del traje de su padre, de los cariños de su madre. Se acuerda de padre y madre, y los ve, y habla con ellos. A María hay gente que no le habla porque piensa que no entiende. Pero María entiende, claro que entiende, entiende de otra manera. En realidad nadie sabe bien cómo comprende María, pero María comprende. Comprende quién le mira y quién le habla con cariño y dulzura, quién le tiene miedo, quien se compadece de ella desde la distancia. A María hay que ayudarle a vestirse y a ducharse. A veces no quiere y se enfada y se pone borrica y dice cosas feas. Pero se le pasa pronto. No hay que echar cuentas de sus arrebatos. María siempre tiene hambre y hay que ayudarle a que no coma mucho. María se ha vuelto andarina pero hay que acompañarla porque de otro modo no encuentra el camino de vuelta. María se santigua cuando se bendice la mesa y cuando va a misa. Hay gentes que dicen, en su ignorancia supina, en su falta de ciencia, en su desconocimiento, que María ya no es María. Porque lleva pañal, porque habla con torpeza, porque se ha olvidado de cómo se hacen croquetas o del día en el que vive. También llevaba pañal cuando era una niña, tampoco sabía hablar, ni cocinar, ni el día en el que vivía. Hay muchas gentes faltas de luces: necesitar auxilio no es síntoma de haberse ahogado en el charco de la nada, más bien es señal de lo contrario.