La emoción del entrenador del Levante con la entrevista de Juanma Castaño en la DANA a una enfermera: "Por lo que pasé"
Juanma Castaño charló con Julián Calero, que vive en Chiva, la población valenciana epicentro de las consecuencias de las inundaciones y las fuertes lluvias
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La reciente DANA que afectó a la Comunidad Valenciana dejó una profunda huella en muchas localidades, entre ellas Buñol, donde se encuentran las instalaciones del Levante UD. En El Partidazo de COPE, el entrenador del equipo, Julián Calero, compartió su experiencia de aquella jornada, marcada por una tormenta que superó todas las expectativas y que se vivió de forma inquietante y desconcertante.
Calero, que reside en la urbanización El Bosque, perteneciente a Chiva, describió cómo la tormenta se convirtió en el epicentro de una experiencia angustiante. "Llegué del entrenamiento con la intención de salir de viaje esa noche para jugar en Pontevedra", recordó. Sin embargo, la situación meteorológica comenzó a intensificarse. Durante los entrenamientos, a pesar de las fuertes lluvias, le aseguraron que lo que estaban viviendo era "hasta cierto punto normal". Esta percepción de normalidad resultó ser un grave error, ya que la tormenta rápidamente tomó un rumbo inesperado.
El entrenador, todavía nuevo en la región, se mostró incrédulo ante las advertencias que le hacían sobre la lluvia. “Soy bastante desconocedor de este tipo de tormentas”, reconoció. Sin embargo, pronto se dio cuenta de la magnitud de la situación. Cuando regresó a casa, la tormenta se desbordó, y el río cercano se desbordó, arrastrando vehículos y causando estragos en la infraestructura. "Mi hija llegó media hora después de mí, y a partir de ahí, fue algo increíble", explicó. La intensidad de la lluvia y los truenos era abrumadora, y la visibilidad se redujo drásticamente.
A medida que la noche avanzaba, el cuerpo técnico del Levante se encontraba atrapado en una situación caótica. Con un vuelo programado hacia Santiago a las 22:00, decidieron intentar salir hacia el aeropuerto a las 20:00, pero se encontraron con una carretera intransitable. “Tuvimos que dar la vuelta porque había una laguna en la carretera”, narró Calero, quien describió cómo su equipo intentó ayudar a otros conductores atrapados. Sin embargo, sus esfuerzos se vieron frustrados por la fuerza de la naturaleza.
La emoción del entrenador del Levante
Calero se mostró visiblemente afectado al recordar su propia experiencia durante el atentado del 11-M. “Se me vino todo a la cabeza y me genera trauma”, admitió. Lo que realmente conmovió al entrenador del Levante fue el testimonio de la enfermera, quien narró su experiencia durante la riada.
Mientras escuchaba la entrevista, el entrenador no pudo contener las lágrimas. “Ella hablaba de cómo, como profesional, había logrado hacer una cadena humana entre las personas cuando la riada estaba viniendo”, explicó Calero.
Este relato de heroísmo resonó profundamente en Calero, quien reflexionó sobre la importancia de la comunidad y la solidaridad en momentos de adversidad. “Se me saltaron las lágrimas mientras volvía hacia mi casa porque me vinieron muchas cosas a la cabeza”, dijo, subrayando cómo la humanidad puede brillar incluso en las circunstancias más oscuras.
El momento también hizo que Calero se cuestionara sobre la fragilidad de la vida y cómo, a veces, el destino puede cambiar en un instante. “Evidentemente, no se puede evitar, la vida es así”, reflexionó, consciente de que estas situaciones pueden suceder en cualquier lugar y a cualquier persona. La experiencia compartida por la enfermera le recordó que, a pesar de la tragedia, hay siempre un espacio para la compasión y la ayuda mutua.
"Por lo que pasé"
Además, Calero destacó la tristeza que siente al ver lo que ha ocurrido en su nueva comunidad en Valencia. “Lo que he estado viviendo o lo que se ha vivido hoy es una desgracia terrible”, comentó, reflejando su consternación por la magnitud de las inundaciones y sus consecuencias.
A través de su testimonio, se siente parte de un colectivo que enfrenta juntos el sufrimiento, lo que a su vez refuerza la conexión emocional entre él, el equipo que dirige y la comunidad que lo rodea. La entrevista de Juanma Castaño a Julián Calero es un testimonio conmovedor que revela la complejidad de las emociones humanas frente a la adversidad.