Foto de Fernando de Haro: "Pero es solo apariencia. Debajo de cada manto se esconde una princesa"
Fotografía del día de Fernando de Haro
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Foto de dos mujeres de rodillas, postradas. Una cubierta con un manto azul, un azul de icono medieval. La otra cubierta con un manto de color vainilla. Los dos mantos planchados con esmero, formando los pliegues perfectos para que las dos mujeres parezcan estatuas de tela. Solo se les ven las manos y el bordado dorado de las mangas de unos trajes que deben ser gloria bendita. Deben ser porque hay que imaginárselos. Las manos de las dos mujeres enjoyadas con anillos de plata y piedras grandes y bonitas. Las manos de las dos mujeres tatuadas con celosías de color cobre, con filigranas de color tabaco. Las dos mujeres no muestran su cara y así su gran enigma, el gran enigma de su destino no tiene la forma de sus rostros, de la concreta forma de sus ojos y de sus mejillas. Así cubiertas el enigma es anónimo, así cubiertas, acompañadas de decenas de mujeres cubiertas con el mismo paño, esperan la bendición de un clérigo para quedar casadas. La foto es de una boda anónima, de mujeres escondidas, de mujeres desveladas solo para un hombre, negadas para el resto. Mujeres anónimas, hombres anónimos, átomos reunidos al azar en un planeta azul, en una galaxia formada por el azar, puntos infinitamente pequeños en un universo infinitamente grande. Pero es solo apariencia. Debajo de cada manto se esconde una princesa, un reino preciso y diferente a todos los demás reinos que haya habido y habrá.