La foto de Fernando de Haro: "Y todo parece humo, y todo parece estar marchándose como el sol..."
La foto del día
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Foto de una azotea en una Barcelona lejana. Una chica con uniforme y delantal, con las piernas muy delgadas, con un pelo muy negro recogido en una coleta, una chica que está interna tiene un barreño de plástico con la última colada en el suelo. Ya ha tendido en dos cuerdas que flojean la ropa de cama, un par de sabanas y una colcha de verano, una colcha de algodón. Ahora tiende una camisa. Ropa blanca, ropa de jazmín y nardo, de sal y de lejía. Blanco limpio, curioso, aseado, blanco como un espíritu agradecido, como un cordero en una cañada urbana. Blanco limpio de sangre, blanco de mártir. La chica tiende en una tarde de verano, una tarde larga de verano que dibuja sombras largas en las baldosas de barro de la terraza. La tarde ya se ha cansado y dibuja flechas grandes con la reja de la azotea, y le dibuja también en el suelo a la chica que cuelga la ropa mojada un cuerpo largo y de suspiros. La tarde está cansada y dibuja sombras que buscan reposo sin encontrarlo, que se estiran sin llegar a ningún sitio. Y todo parece humo, y todo parece estar marchándose como el sol, todo sombra, todo, la colada, la reja, la chica, la colcha, todo apariencia. Las sombras o tienen prisa o se retrasan, nunca hacen compañía, pintan las terrazas y las azoteas sin dejar huella. Las sombras siempre andan buscando algún eclipse con el que darse importancia como si pudiesen engañar al tiempo, como si pusieran parar a los astros que giran.