El gesto de un vecino anónimo que podría cambiar la vida de todos los habitantes de una aldea de Orense

A estas alturas del año seguro que estás esperando a que llegue el viernes para descubrir los premiados en el sorteo de la Lotería de Navidad, los bombos, los niños de San Ildefonso. Es posible que también te hagas esa pregunta que nos hacemos todos, ¿qué pasa si me toca?, ¿qué hago con el dinero? Viajar, comprar una casa, un coche, tapar agujeros… En una pequeña aldea en Orense tienen muy claro que es lo primero que harían si les toca: montar una gran fiesta.

Todos tienen claro lo que harían con el dinero porque juegan el mismo número, el 65496, pero ninguno de ellos lo ha comprado. Los décimos de lotería con ese número han ido apareciendo en sus buzones por arte de magia hasta completar las 13 casas de vecinos que viven todo el año en esa pequeña aldea. ¿Quién ha sido? Nadie lo sabe. Pero lo que tienen casi seguro: ha tenido que ser un vecino del pueblo, posiblemente uno de los que viven fuera el resto del año.

Misterio en una pequeña aldea de Orense

Esta aldea llamada A Vila es la protagonista de la historia que ha descubierto en La Tarde, Javi Nieves. El locutor de CADENA 100 ha detallado que se trataba de un sobre sin sello, con el nombre del vecino que lo recibía, por un lado, y una letra misteriosa por el otro. Lo curioso es que cuando los vecinos han juntado las letras, se podía leer “Felices Fiestas” en gallego. Este es el segundo año que sucede.

Celso es uno de esos vecinos de A Vila, que vive en una de esas 13 casas que ha recibido el décimo: “El año pasado abrí el buzón yo y este año mi mujer. Hemos estado averiguando quién es, pero no lo hemos conseguido. Seguimos con la misma incógnita. Yo diría que no es nadie de los que vivimos aquí habitualmente”, apuesta.

"Es una historia bonita que nos tiene intrigados"

Al vecino misterioso le han bautizado como 'ratón' para referirse a él y, aunque sospechan: “Tenemos casi seguro que es alguna persona que viene en alguna época del año, que no vive aquí habitualmente. Hemos estado haciendo un seguimiento a personas que han venido, pero no lo hemos conseguido”. Lo curioso -relata Celso-, es que hace 15 días estuvo un vecino, “pero resulta que se ha marchado y los décimos han aparecido después”.

Pero el misterio no queda ahí. Cualquiera podría pensar que la persona hace la entrega durante la noche y se marcha, pero los vecinos que habitan las 13 viviendas tienen un grupo de WhatsApp en común donde se lo cuentan todo y “lo bonito es que no todos lo hemos recibido el mismo día”. Los vecinos han llegado a pensar que se trata de "una persona que ha fallecido y que ha dejado encargada a otra que durante unos años deje un décimo a cada vecino". ¿Hay aalgún cómplice entre los vecinos del pueblo? ¿Cómo consigueentregar los sobres sin dejar pistas? "Es una historia bonita que nos tiene intrigados", dice Celso agradecido por el gesto.