La historia de Emilio Herrera, el creador de una escafandra a principios del Siglo XIX

Ingeniero, piloto, militar, pionero de la aeronáutica e inventor, sobre todo inventos. Todas estas fueron algunas de las labores que desarrolló a lo largo de su vida Emilio Herrera. Pero en la que más destacó fue en su faceta de inventor, en el año 1932 predijo la llegada del hombre a la luna. Emilio Herrera creó una escafandra estratosférica, predecesora del traje espacial que hoy en día se utiliza. 

En ''La Tarde'' en COPE hemos querido acordarnos de él y le hemos pedido ayuda al doctor en Historia Contemporánea y especialista en Historia de la Aeronáutica, Emilio Atienza. ''En los años 30 fue reconocido en España por todas las instituciones de renombre. Fue académico de ciencias, miembro de la sociedad de física y química, vicepresidente de la sociedad de matemáticas y formó parte de la directiva de la Sociedad Geográfica Nacional. Además fundó la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos'', explicaba el biógrafo de Emilo Herrera. 

''Aporto mucho a la historia de la aeronáutica española y tuvo una rectitud y una trayectoria personal que hacen de él alguien muy atractivo. Su vida fue muy fructífera, ni siquera el tiempo que pasó fuera de España se puede ver con una visión negativa. Emilio se exilia voluntariamente, aunque él era monárquico, cuando se expulsa del país a Alfonso XIII, viaja a París para expresarle el agobio moral que sentía, ya que tenía un vínculo muy fuerte con el monarca. El Rey le ordena volver a España, puesto que Emilio era militar y debía proteger el país. Cuando regresa de Francia se dedica fundamentalmente a su trabajo de ingeniero militar y a las tareas científicas'', contaba Emilio Atienza. 

''Emilio fue un pionero de la aviación en España, perteneció a la primera promoción de aviadores militares. Pero era un hombre inquieto, tenía una capacidad extraordinaria para las ciencias. Pero muy pronto, en 1913, da una conferencia en Madrid sobre astronáutica. Y en 1916, también en Madrid, plantea en otra conferencia, la posibilidad de un cohete para la navegación astronáutica. En 1919 en un Congreso de Ingeniería en Madrid, Emilio presenta un modelo de motor a reacción, porque tenía claro que la conquista del espacio debía hacerse mediante nuevas formas de propulsión'', afirma el historiador.

''Un año antes de la puesta en órbita del primer satélite espacial, Emilio publica un artículo en la prensa francesa sobre las posibilidades que tenía Francia de lanzar al espacio su propio satélite'' concluía Emilio Atienza.