Juana Macías, directora de la película sobre los abusos a menores tuteladas en Mallorca, aclara lo que nunca se contó sobre el caso
Está a cargo de 'Las Chicas de la Estación', una película que habla sobre el caso surgido en 2020, tal y como explicaba ella misma en 'La Tarde'
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'Las Chicas de la Estación', así se llama la película que relata uno de los casos que más han perturbado a los españoles. Ocurrió en 2020, en un centro de menores tutelados de Mallorca.
Era principios de año cuando una de esas menores denunciaba una violación grupal ocurrida en la Nochebuena anterior en un barrio de Mallorca. Explicó, entonces, que existía un grupo que reclutaba a niñas reclutadas para que mantuvieran relaciones sexuales a cambio de droga y de dinero.
Una noticia desgarradora que le llegó directamente al corazón a Juana Macías, directora de cine. Ella, entonces, sintió cómo en sitios en donde se debería proteger a menores, a menudo ocurría lo contrario. Así pues, se puso manos a la obra para crear esta película que, basada en hechos reales, amenaza con remover muchas conciencias.
“Me encuentro con el caso por las noticias y prensa, como a muchos, me impactó. No solamente la primera, sino todo lo que salió después, era algo que venía de lejos y que no se estaba abordando” confesaba la directora en 'La Tarde'.
Ella sabía que era una realidad que a muchos nos cuesta ver y por la que preferimos mirar para otro lado, y por eso, quería plasmarla en esta película. Los detalles, ella misma nos los contaba.
Un casting que pone en el centro a los menores tutelados
Juana Macías quería que la historia contase, con mucha fidelidad, lo que realmente había ocurrido en ese centro de menores. Fácil no era y, por eso, su primera apuesta fue en el casting.
Las tres protagonistas no se han formado para actrices, y, dos de ellas, provienen de centros de menores tutelados.
“Todos los menores que aparecen en la película era la primera vez que se ponían delante de la cámara. Buscaba que fuera una ventana abierta a una realidad, que estuvieras viendo a personajes y no actores” explicaba la directora.
“Buscamos por toda España por institutos y centros de menores, dos de ellas han estado durante bastantes años en estos centros. Me dijeron que creían que estaba bastante fiel a la realidad, no hay que hacer una tesis, es contar una historia y que todo lo que aparezca sea bastante real. Estaban muy motivadas, porque además daba voz a una de esas historias” añadía.
Además, explica que ellas están felices de contar esta historia por poner el foco en estos centros de menores. “Son niños que no han hecho nada, pero han tenido la mala suerte de que no les han cuidado. Deberían estar protegidos, pero en algunos casos es todo lo contrario. Es una realidad muy compleja, no se trata de demonizar los centros, sino que en los sistemas de tutela hay muchas cosas que mejorar” expresaba la directora.
Lo que se cuenta en la película que nunca apareció en el caso
Para la película, ha tenido que profundizar y mucho en los abusos sexuales a menores, un tema espinoso y muy doloroso. Descubría, entonces, que cualquier menor está expuesto a esta barbaridad.
“Los abusos sexuales a menores es algo que ojo...Cualquiera de nuestros niños a través de redes tiene ahí una vía muy peligrosa. Esta posibilidad de que cierta gente se acerque a menores a lo mejor no nos pilla tan lejos” expresaba.
“Hay una frase importante en la película que dice una periodista que intenta recabar denuncias, dice “no existe la prostitución infantil, lo que existe es el abuso”. Da igual que nadie haya secuestrado a una niña y que lo haya hecho “voluntariamente”. Es un delito y hay que tratarlo como tal” aseguraba.
Pero, de lo que ha querido hablar, es que hay ciertas cosas que no se contaron del caso y que sí aparecen en la película. Por ejemplo, que hubo quien conocía el tema antes de la denuncia.
“Hay gente que intentaba hacer algo, lo intento reflejar en la película. Hay veces que hay una voluntad individual, pero el problema es que saberlo no es hacer algo. Hay que poner los protocolos y vigilancia, no para perseguir a los menores, sino para ir al otro lado” expresaba.
De lo que pasó después, confiesa, no tiene mucha más idea. “El caso de la violación se juzgó y los menores implicados fueron condenados a un año en un centro, y 8.000 euros para la víctima. Las denuncias que salieron después, intenté buscar esas sentencias pero son tan rápidos esos procesos”.