En 'La Tarde'
"Julio Palencia, el español quijotesco que defendió la vida de los judíos"
El embajador de España en Bulgaria, José Luis Tapia, recuerda la historia de Julio Palencia, el español que salvó a cientos de judíos de morir gaseados.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Marzo de 1943. En la ciudad de Sofía (Bulgaria) los nazis persiguen a los judíos. "Julio Palencia, un español quijotesco se puso al frente para defender la vida de los judíos", explica el embajador de España en Bulgaria, José Luis Tapia, en 'La Tarde' . Una contienda por la que será "declarado persona non grata en Bulgaria"."Palencia pertenecía a una clase liberal culta en unos años confusos", declara Tapia. Tras terminar la carrera Consular, aterrizó en Bulgaria en 1940 como embajador, "los servicios secretos del régimen Filov-nazi (Bogdan Filov, primer ministro búlgaro) estrechan el cerco para ver qué hacía como ministro de la alegación española", señala el embajador.Un años más tarde, entra en vigor la ley de Protección de la Nación que establece "un mecanismo para expoliar a todos los judíos". Palencia protestó esta normativa, "su nota verbal, enviada al Ministerio de Exteriores, fue utilizada como modelo por otros de sus colegas diplomáticos", asegura Tapia.A partir de ese momento, Julio Palencia se convierte en el defensor de los judíos oponiéndose al régimen nazi y a las instrucciones de sus superiores.El día 16 abril dos judíos españoles mueren ahorcados, "Julio Palencia fue a la casa de la familia, arriesgándo su vida, para dar el pésame y adoptar a los dos huérfanos. Este hecho le supuso ser declarado persona non grata en Bulgaria", explica Tapia."Julio Palencia, el español quijotesco que defendió la vida de los judíos"