La misión de la OTAN en Turquía en la que participa España: "Hay que estar alerta ante las amenazas"
El copresentador de 'La Tarde' Fernando de Haro ha compartido con mandos y soldados en qué consiste esa misión en el Cuartel General de Mando de Artillería Antiaérea del Ejército
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En el Cuartel General de Mando de Artillería Antiaérea del Ejército de Tierra en Madrid están los mandos y la tropa de España que participa en una de las cinco misiones de la OTAN. Esa misión tiene como objetivo proteger el espacio antiaéreo de Turquía en su frontera con Siria. Con los mandos y soldados ha estado Fernando de Haro en el día del comienzo de importante Cumbre de la OTAN en Madrid, 30 años después de aquella otra cumbre histórica que se celebró en 1992 en la capital de España.
En el Cuartel de Mando de Artillería hay, entre otros sistemas de arma-misil que se encuentran en activo en las unidades de mando de artillería, los patriot que como explica el teniente coronel Antonio Miró Burjosa es “similar al que está desplegado en Turquía que tiene capacidad antiaérea, es decir, contra blancos aéreos convencionales y también tiene capacidad muy importante de misil contra misil, de destruir una amenaza misil que se aproxime hacia nuestra posición, hacia nuestro despliegue. Esa es la capacidad que nosotros proporcionamos en Turquía hacia una posible amenaza de misiles provenientes de la zona de Siria”.
“Lo que vemos es el soporte que se llama canister, no es el misil es lo que sirve para trasportar el misil que estaría totalmente metido, es el envoltorio en el que van los misiles. Cada vehículo lanzador tiene cuatro canister que una vez que entran en posición están dispuestos para ser lanzados” describe el teniente coronel Miró Burjosa que explica que en la misión en la que participa nuestro Ejército en la frontera turca con Siria, “a nivel OTAN hay una estructura montada para proporcionar defensa aérea a todas las naciones de la OTAN. En 2012, lo que pasó en pleno conflicto de Siria, es que Turquía percibió la necesidad de aumentar sus sistemas de defensa ante la amenaza de un país fronterizo como Siria, desestabilizado, en el que pudieran ser lanzados misiles contra su espacio aéreo. Solicitó, como país miembro, apoyo a la OTAN y la OTAN reaccionó enviándole un refuerzo de baterías de misiles con capacidad antimisil para esa defensa. En su momento desplegaron naciones como Alemania, Estados Unidos, Holanda y más tarde Italia y a partir de 2014 se inició el despliegue de la batería patriot española que desplegó en Turquía en enero de 2015. Desde entonces hasta ahora protegemos la ciudad de Adana, que es de las más importantes de Turquía, muy próxima a la frontera de Siria. Estamos en la base aérea de Incirlik compartida con fuerzas estadounidenses”.
La cadena de mando tiene varias fases, explica el teniente coronel Miró Burjosa que “primeramente tiene una fase de preparación en la que el Ejército de Tierra prepara sus capacidades, pero cuando vamos a una zona de operaciones en concreto hacemos una preparación más específica para cumplir los objetivos de esa misión. Cuando esto está preparado las trasfiere al JEMAD que ejerce el mando a través del mando de operaciones, esa es la cadena nacional, pero hay otra cadena OTAN, una vez desplegados, el contingente pasa a depender del Comandante del Mando Supremo Aliado (ACEU) para Europa y se ejerce el mando a través de AIRCOM que es el mando aéreo de la OTAN”.
La teniente de artillería Erica Pinto que participa en la misión en Turquía que trabaja con el misil patriot señala que “es cuestión de segundo que el patriot alcance su objetivo, depende de la distancia”. La teniente Pinto cuenta de el trabajo de la misión “es trabajar a turnos de 24 horas, siete días, muy exigentes que requieren estar alerta porque en cuestión de segundos hay que reaccionar a la amenaza”.
Por su parte, el soldado artillero De Pablos que se encarga del mantenimiento de los patriot que no les falte de nada, ir rotándolos para que estén operativos siempre al cien por cien”, el soldado que admite que la vida en la base turca “se lleva haciendo deporte en el tiempo libre, se crece, se madura, pese a estar lejos de la familia”.
La misión dura seis meses y cuando uno está allí, como dice el soldado De Pablos, “no piensas que vas a entrar en acción, no estás en tensión todo el día”.