¿Pagar con tarjeta o con el móvil? Un economista cierra el debate: "Es bastante más seguro"
En 'La Tarde', analizamos con el economista Fernando Trías de Bes, ventajas inconvenientes de ambos modelos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Pagar un café, con el móvil. La gasolina, con el móvil. La compra, también con el móvil. La tecnología ya permite la opción de hacer pagos sin necesidad de tener la tarjeta bancaria físicamente en nuestro poder.
En 'La Tarde', analizamos con el economista, Fernando Trías de Bes, ventajas e inconvenientes de llevar la tarjeta bancaria en el móvil para poder pagar con éste.
“No salimos de casa sin el móvil y si que salimos de casa sin la cartera. Llevar la cartera te puede sacar de más de un apuro”, ha contado Trías de Bes.
Más ventajas que inconvenientes
“La gente tiene mucho miedo a pagar con el móvil. Aunque parezca mentira, es más seguro pagar con el móvil que con una tarjeta de crédito”, ha asegurado.
La clave es la autenticación. “Lo que viene a decir es cómo toda entidad financiera o comercio se asegura de que es auténtico el pago”, ha detallado.
En un pago con el móvil, esta autenticación está reforzada en dos o tres veces. “El móvil ha ido añadiendo elementos de control y seguridad adicionales que las tarjetas de crédito no tenían”, y pone como ejemplo, los SMS que se reciben para que verifiques el pago.
“Te lo pueden robar, pero un teléfono móvil se bloquea. Hay un grado mayor de protección. El móvil permite la huella digital y el reconocimiento facial”, ha explicado.
Siempre alerta
Trías de Bes ha contado una experiencia personal. Fuimos a una cafetería. Eran unos 20 euros y en el momento de pagar, el empleado se equivocó y, en vez de pagar 20, pague 2.000 euros. Cuando fui a la cafetería a reclamar, aquel bar había cerrado. Me devolvieron el dinero porque era sencillo demostrar que en una cafetería no iba a gastar 2.000 euros”, ha contado.
Otra de las ventajas de pagar con el móvil es que no motramos nuestros datos en la pantalla. "No aparecen datos, ni nombre apellidos ni el número en la pantalla", destaca.
Sigue habiendo riesgos
Aún así, sigue habiendo riesgos, principalmente, en los casos donde no hay esa autenticación. “Los casos donde no firmas, donde no pones el pin, ahí hay que estar atento”, ha señalado.
Además, esta el hecho de no pagar con dinero físico hace que tengamos menos implicación con el gasto. “Tengo la sensación de que voy a gastar más”, ha contado Pilar Cisneros. "Es un pago más simpático. Parece menos sangrante hasta que lo ves en tu cuenta", ha ratificado Trías de Bes.
El economista ha contado las alternativas que existen para solventar este problema. "Las propias entidades financieras ofrecen posibilidades, como las tarjetas 'wallet'. Esta tarjeta se vincula a tu cuenta con una cantidad limitada, hasta que se acaba. Es una manera de controlar el gasto. Son mecanismos para evitar esa compra compulsiva”, asegura.