Una investigadora detalla los efectos que produce el ASMR en nuestro cuerpo: "Muy diferente para mucha gente"
En La Tarde desgranamos las razones por las que oír este tipo de sonidos a unos les relaja, mientras que otros no los soportan, con la ayuda de una ingeniera de audio
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Barajar cartas, dejar caer monedas, unas tijeras al cortar o tamborilear con los dedos en la mesa. Son algunos de los sonidos que se conocen como ASMR, que a algunos les encanta oír para relajarse o incluso conciliar el sueño, pero en cambio a otros les resulta odioso y hasta les pueden poner de mal humor.
Últimamente se han puesto de moda en las redes sociales vídeos que recogen una gran variedad de estos sonidos ASMR. Sus siglas en español significan Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma. Básicamente es una sensación de relajación y de tranquilidad que puede sentirse al escuchar unos sonidos suaves y repetitivos. Tienen tantos adeptos que en plataformas como Spotify pueden encontrarse una gran cantidad de listas con miles de seguidores, o numerosos vídeos en YouTube con miles de minutos reproducidos.
"El ASMR es una respuesta fisiológica y emocional causada por la exposición a estímulos sensoriales, que pueden ser sonidos, imágenes, olores, o incluso el tacto", comenta
. Tal y como lo describe, "es
Es decir, no es el sonido en sí, como solemos pensar, sino cómo responde nuestro cuerpo a dichos sonidos, como aclara la ingeniera.
Nader explica, además, cómo son los principales efectos que nos producen este tipo de sonidos. "Mucha gente utiliza estos estímulos para relajarse. Inducen la sensación de ASMR, estas cosquillas en en la cabeza, en el cuello o en la espalda, y se observa que hay incluso reducción en el ritmo cardíaco", apunta la investigadora. Se trata de un estado de relajación "comparable con prácticas como la meditación" y se puede ver también que en las personas que experimentan ASMR los músculos se relajan.
Lo que no está muy claro es si esta sensación se produce o funciona en todas las personas, puesto que es cierto que muchos admiten que oír estos sonidos les relaja, pero otros tantos reconocen que no lo soportan, algo que confirma Clau Nader. "Yo he experimentado ASMR desde que era pequeña cuando mi madre me hacía cosquillas en la espalda o cuando veo ciertas combinaciones de colores", explica la ingeniera, pero reconoce que ver los famosos vídeos de ASMR le producen justo lo contrario, los detesta. Concretamente, lo que experimenta es misofonia, que es "una respuesta negativa a sonidos específicos que incluso te produce ansiedad".
Por lo tanto, no todo el mundo experimenta ASMR y son efectos son muy diversos. "Todavía estamos muy al principio de la investigación al respecto, el término es muy nuevo y es muy diferente para mucha gente", indica Nader. No obstante, que tantos usuarios de todo el mundo hayan reportado que les beneficia para reducir su ansiedad, depresión, insonmio, o incluso dolores crónicos, según la ingeniera, ha provocado que la comunidad científica se ponga manos a la obra para intentar dar respuestas a estas sensaciones tan variadas que produce el ASMR.