Un vecino de Paiporta de 82 años pierde toda una vida por la DANA y una llamada salva todo: "Misión de rescate"
Vicente ha sido un gran aficionado de la radio desde su adolescencia y su sótano era un museo de la evolución del medio desde hace muchos años. Hasta que la DANA cambió todo.
Madrid - Publicado el
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La pasión de Vicente por las radios comenzó en su juventud y se convirtió en un refugio tras su jubilación. Este vecino de Paiporta, de 82 años, acumuló una colección envidiable de 170 aparatos de radio, algunos con cerca de 100 años de antigüedad, que guardaba celosamente en el garaje de su vivienda. Sin embargo, todo cambió el pasado 29 de octubre, cuando la DANA que azotó la región valenciana inundó su garaje y dejó su valiosa colección cubierta de barro y prácticamente destrozada.
Una historia que el propio vecino de Paiporta ha contado a Isra Remuiñán en La Tarde. “El garaje estaba completamente lleno de agua, hasta el comedor. Ahí tenía parte de mi colección y mucha documentación de radio, pero no quedó nada en pie”, lamentó Vicente. La pérdida no fue solo material, sino también emocional, ya que estas radios tenían un profundo significado para él tras el fallecimiento de su esposa, con quien compartía este apasionante hobby.
LA RADIO, UNA PARTE MUY IMPORTANTE DE LA VIDA DE VICENTE
La historia de Vicente y sus radios no tardó en difundirse gracias a la radio, el medio que tanto ama. Carmen Bachiller, directora del Museo de la Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Valencia, conoció su caso mientras estaba en Alemania y decidió actuar. “Me mandaron la noticia y pensé: ‘Hay que hacer algo para ayudar a esta gente’. Desde la universidad organizamos una misión de rescate con voluntarios para intentar salvar lo que se pudiera”, explicó Bachiller.
Un equipo de estudiantes y especialistas de telecomunicaciones y conservación acudió al garaje inundado para recoger las radios. Tras un primer análisis, determinaron que entre 80 y 90 aparatos podrían ser restaurados. “Algunas están en condiciones aceptables, mientras que otras son insalvables. Ahora comenzaremos con el proceso de limpieza y reparación”, añadió.
El proceso de restauración será largo y complejo, y podría extenderse por al menos dos años. Implica tanto la reparación estructural de los muebles de madera, vaquelita o plástico, como la restauración funcional de los componentes eléctricos y electrónicos. “Muchas piezas están dañadas más allá de lo reparable, pero intentaremos que algunas radios vuelvan a funcionar”, explicó Carmen.
UN TROZO DE HISTORIA PARA SIEMPRE
La colección de Vicente abarca radios fabricadas desde los años 20 hasta los 70 del siglo pasado, lo que la convierte en un testimonio único de la evolución tecnológica y estética de ese periodo. “Estos aparatos no solo son objetos, son patrimonio. Nos cuentan cómo se comunicaba la gente antes y la importancia histórica de la radio como medio de comunicación”, señaló la directora del museo.
El proyecto cuenta con la colaboración de voluntarios, pero se necesitan más manos. Conservadores, restauradores e ingenieros están invitados a unirse a este esfuerzo colectivo. “Esto es más que restaurar radios, es rescatar una parte de nuestra historia y transmitirla a las nuevas generaciones”, afirmó Bachiller. Desde luego, la historia de Vicente y sus radios nos recuerda el poder de la solidaridad y la importancia de preservar el patrimonio cultural y tecnológico. Gracias al esfuerzo de muchas personas, estas radios no solo tendrán una segunda vida, sino que seguirán contando su historia para las generaciones venideras.