Zanna: "Me asusta volver a Ucrania con mis hijas; una mujer lo hizo y su hijo tuvo un infarto con las sirenas"

Tras un año en España, Zanna explica a Pilar Cisneros cómo es la relación con su marido, que se quedó a 4.000 kilómetros de su familia

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Zanna: "Me asusta volver a Ucrania con mis hijas, una mujer lo hizo y su hijo tuvo un infarto con las sirenas"

Paco DelgadoRedacción La Tarde

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Zanna, 37 años, ucraniana, filóloga, salió de su país con sus hijas a los pocos días de la invasión rusa. Se fue con lo puesto, las pertenencias que cabían en las mochilas de las niñas, sin maletas, porque las manos las necesitaba para agarra con fuerza las manos de sus hijas, mientras cruzaban la frontera junto a otros miles de compatriotas que huían de las bombas.

Y es que Zanna ya atendió a La Tarde hace meses, cuando apenas llevaba unas semanas en nuestro país, como recuerda Pilar Cisneros: “Yo la conocí en Madrid el 5 de abril, me acerqué a la casa donde fueron acogidas tras salir de Ucrania, esa tarde Zelenski pronunció un discurso telemático en el Parlamento español. Yo quería escucharlo con Zanna y con Svetlana, que en este caso llevaba 18 años viviendo en España y nos iba a servir de traductora”, rememoraba este viernes la copresentadora de La Tarde.

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La vida de Zanna en España, un año después

Zanna pensaba que venía para un mes y ha pasado un año, ya no necesita traductora: “Ahora no puedo volver a Ucrania porque no tenemos trabajo o luz. Ayudar para llegar a la paz, puedo dar poco, pero poco es mejor que nada. Ahora aquello es muy peligroso”, explica la ucraniana en La Tarde, con un buen español para llevar sólo un año en nuestro país. Sus dos hijas, por su parte, lo manejan incluso mejor: la pequeña ya se hace entender perfectamente, incluso está completamente integrada en el colegio.

Arina habla mejor español que yo, que tiene 6 años, tiene hasta acento español. Les va bien en el colegio, ahora puede jugar con el resto de niños, tiene hasta muchos amigos, puede escribir incluso mejor en español que en ucraniano. Polina está en el instituto, tiene amigos pero sólo en el instituto, es más tímida e introvertida que su hermana”, explica la madre de las dos pequeñas, orgullosa de cómo sus hijas han sabido adaptarse a la nueva vida de las tres.

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El miedo de Zanna a las sirenas

“¿Tu no volverías porque no estás dispuesta a que tus hijas estén expuestas al miedo de las sirenas?”, le preguntaba Pilar Cisneros a Zanna, que ponía el ejemplo de una mujer a la que conoce para reflejar el miedo que siente a lo que le pueda pasar a Arina y Polina. “Una señora volvió a Ucrania con su hijo de 11 años y durante la sirena el niño sufrió un miedo terrible hasta que le dio un infarto. No quiero que mis niñas, que son muy pequeñas, y que están enfermas, no quiero”.

Además, la refugiada ucraniana ha tenido palabras también acerca de la relación con su marido, quien sigue en el país ucraniano: “Él está en casa, pero sólo puede trabajar cuando hay luz. Hablamos todos los días, es difícil mantener una conversación porque mis hijas tienen su vida, hablan con su padre pero 5 o 10 minutos y adiós, porque tienen cosas que hacer, es difícil la vida de una familia a 4.000 kilómetros”.

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La propia copresentadora de La Tarde explicaba en directo que en ese momento de la entrevista Zanna no pudo contener la emoción al reconocer el duro momento de distanciamiento entre sus hijas y el padre de ambas. Pero, ¿cómo se ve a sí misma y a las dos pequeñas dentro de un año? ¿Cree que podrán volver a su país natal?

“No sabemos si podremos volver, si tendremos ayuda o no. No podemos construir planes, pero aquí en España tenemos todo, comida, casa, otra familia, ropa... En Ucrania hay gente que no tiene nada, ni casa ni vida”, concluye.