Delitos en el metaverso: ¿sirven las leyes actuales para castigar el crimen en las nuevas plataformas?
Analizamos en 'Lo que viene' cómo se sancionarán las conductas delictivas en estas redes
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Metaverso es uno de los conceptos de moda. Se trata de un universo digital que nos promete poder llevar una vida paralela sin movernos de la silla, mediante el uso de gafas de realidad virtual, auriculares y otros dispositivos. Recibir formación, hacer negocios, asistir a eventos culturales o conocer gente se puede hacer en el metaverso sin salir de casa, sin apenas mover un músculo, y en un entorno mucho más inmersivo que las actuales plataformas digitales como las redes sociales o los sitios web.
La novedad, sin embargo, parece que no termina de triunfar. Según datos publicados por The Wall Street Journal, el Horizon Worlds, el metaverso de Meta, no está consiguiendo la captación de usuarios que habían previsto y lo peor es que la mayoría de los que prueban la experiencia no vuelven a entrar en el universo virtual tras el primer mes.
Cifras de uso a parte, recientemente, leíamos un titular llamativo al respecto: “Detenido un joven de 18 años como presunto autor del primer delito en el mundo del metaverso”. El individuo, residente en Madrid, fue acusado de múltiples delitos de corrupción de menores, tenencia y distribución de pornografía infantil y explotación sexual de menores a través de Internet. Al parecer, habría usado un perfil falso para conseguir que niñas le mandasen fotos y vídeos de carácter sexual.
A priori, parece que estas conductas encajan en los delitos ya tipificados en nuestro Código Penal, pero la multiplicidad de actividades que se pueden -o se podrán- llevar a cabo en el metaverso lleva a plantearse si la legislación actual en materia digital está lo suficientemente desarrollada para incluir todas las infracciones que se pueden dar en este nuevo ámbito.
El abogado Pablo García Mexía, director de Derecho Digital de Herbert Smith Freehills, explica en ‘Lo que viene’ que “a finales de los noventa teníamos muchísimas dificultades aplicando leyes”, así como “también los Estados a la hora de pensar soluciones para los problemas que comenzaban a suceder en el ciberespacio”, ya que siempre se iba “un paso por detrás” de lo que se estaba haciendo en Internet. No obstante, el experto apunta que, a día de hoy, no se le ocurren hechos delictivos que se puedan producir en estas nuevas plataformas y que no estén ya previstos en el ordenamiento jurídico vigente.
Asesinato en el metaverso
Teniendo en cuenta que en el metaverso a cada persona le representa un avatar, ¿qué pasaría si un usuario asesinase el avatar de otra persona y le causase las sensaciones físicas y/o emocionales, creándole incluso algún tipo de trauma a través de los dispositivos que el individuo tuviese conectados a su cuerpo? García Mexía apunta que, a pesar de que lógicamente esta conducta no podría calificarse penalmente de asesinato, “no debe quedar impune” y habría que ver si el comportamiento podría clasificarse, por ejemplo, de ciberacoso.
La responsabilidad del dueño del metaverso también es un asunto a discutir. García Mexía explica que “tanto Europa como Estados Unidos ya tienen pautas para decidir cuándo una plataforma debe responder y cuándo no”. Básicamente, si la empresa “no controla lo que se ventila en esa plataforma en línea” y su rol es “meramente técnico, automático, pasivo” no tendrá responsabilidad.
No será así si realmente la compañía propietaria sí tiene control sobre lo que hacen sus usuarios. En este caso, el experto apunta que “se podrá involucrar a la plataforma, lo cual no quiere decir que, por ejemplo, cuando ha habido un delito, sea responsable directamente”, sino que se le podrá pedir responsabilidad por “mirar para otro lado” cuando su rol sea el de control de lo que ocurre en sus servidores.
Así como en la actualidad no existe un metaverso único, sino que se divide en distintas plataformas, García-Mexía expone que, si se llega a un escenario de “interoperabilidad”, es decir, “cuando el metaverso sea realmente una plaza pública tridimensional y sensorial”, estaríamos en una situación distinta.
“En Internet siempre hay un intermediario a quien echarle la culpa, más allá del problema que pueda haber generado un usuario, que también se le echará si procede”, dice el abogado. “Si esto desaparece, estamos en un escenario completamente nuevo” y ahí, afirma, sí que será precisa la aprobación de legislación específica para el metaverso.