Saber cómo huele una película mientras la ves, es posible gracias a un fácil sistema: "Hay todos los olores"

El programa de COPE 'Lo que viene' te explica cómo funciona un revolucionario invento español que ha dado la vuelta al mundo

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¿Es posible saber cómo huele una película? Te lo cuenta el programa 'Lo que viene' de COPE

María BanderaÁlvaro Sáez

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El otro día fui al cine a ver As Bestas, de Rodrigo Sorogoyen y me sorprendió ver la sala totalmente llena. Película totalmente recomendable, por cierto. Me llamó tanto la atención ver la sala llena que me puse a investigar sobre el consumo de cine en nuestro país. Justo después de la pandemia, en 2021, se vendieron 41 millones de entradas para ver alguna película en la gran pantalla. Se había incrementado la asistencia un 45%, algo que, a priori, me pareció normal dadas las restricciones por la pandemia. Lo curioso es que esa tendencia ha continuado este último año porque se llegaron a vender más de 60 millones de entradas.

Cada vez, más personas se animan a pasar un rato sentado en una butaca, comiendo palomitas y bebiendo un refresco. Pero, y si la experiencia que podamos vivir en un cine, puediera traspasar esa cuarta pared.

En eso se está investigando e innovando, en hacer que la experiencia del espectador sea totalmente inmersiva. No hablamos de ver cine en 4D, sino de algo parecido a lo que ya hay en algunas salas muy concretas de nuestro país, donde la butaca se mueve, por ejemplo, si hay un terremoto o que de repente, haya cañones de aire, nieve o burbujas en función de la escena que se esté representando.

Es algo parecido a todo eso, pero que va un pasito más allá. ¿Alguna vez te has parado a pensar a qué huele alguna de las muchas escenas de 'Fast and Furious' cuando arrancan el coche y queman rueda? Esto que ya es una realidad de momento solo para algunos, es una innovación más para mejorar la experiencia de los espectadores como en su día fue el estéreo o el cine en 3D.

¿Y qué pasa con la televisión?

Imaginate ver a Arguiñano y poder oler la bechamel con la que va a preparar sus croquetas o incluso ir a París al Museo de la Orangerí a contemplar los cuadros de Monet y poder oler sus nenúfares.

Pues todo esto es posible gracias a una start-up española que se llama Olorama Technology. Detrás está un ingeniero valenciano Raúl Ramón, que un buen día se le encendió la bombilla mientras veía la sección de experimentos de ‘El Hormiguero'" . En ese momento “explotó algo y el presentador dijo ‘Cómo me gustaría que pudierais oler esto desde vuestra casa". Entonces su cabeza se puso en modo on hasta desarrollar un software único en el mundo.

Para que se hagan una idea, es la única empresa del mundo, nos ha contado Raúl, que incorpora el olor a la imagen, exportan a todos los países e incluso empresas como Apple se han fijado en su tecnología.

¿Cómo nos entra una película por el olfato?

Se trata de un pequeño aparato del tamaño de un altavoz, de unos 26 centímetros, con varias cápsulas de aroma diferente. En el caso de los cines se instala debajo de las butacas, -por cada 10 butacas un equipo-, que va cargado con los olores de la película... y que saltan en el momento exacto. Es decir si hay una rueda quemada, el ambiente se impregna de ese olor. La clave por tanto está en la sincronización entre lo que está sucediendo en la pantalla y el olor que percibe el espectador.

"En general hay todos los olores", explica Raúl Ramón a COPE. "Cuando un cliente nos viene con un olor raro investigamos y a día de hoy hemos prácticamente dado respuesta a todas las peticiones".

A día de hoy hemos prácticamente dado respuesta a todos los olores

¿Cómo son estos aromas y cómo se consigue no terminar de ver una película con una maraña de fragancias? "Los olores además de ser naturales -en general elaborados con aceite esenciales-, son intensos pero volátiles", es decir "se puede lanzar un olor cada 30 segundos sin experimentar esta sensación".

El método para conseguirlos es cuanto menos curioso. "Se capturan los gases de los olores y los encapsulamos". En el caso de los alimentos, "tenemos proveedores que nos fabrican esos aceites esenciales".

Lo maravilloso de este sistema es que este sistema se puede extrapolar a los hogares, a los museos, incluso a las empresas para acciones comerciales concretas. De hecho "incorporarlos a experiencias en eventos es lo que mejor nos funciona a día de hoy".

"Un sistema básico de 10 aromas, más el software son 2500 euros"

Los aromas más populares

Playa, cuero, perfume de mujer, cerveza, Coca-Cola, madera, pintura, pastelería, incienso heno, jengibre o palomitas están entre los aromas demandados.

Por lo pronto este sistema algo muy exclusivo ya que son productos caros de fabricar. "Un sistema básico de 10 aromas, más el software son 2500 euros", señala Raúl a 'Lo que viene'

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