El lamento de un policía ante los ataques de radicales independentistas en Barcelona

La plaza Catalunya de Barcelona, punto final de la manifestación de policías nacionales de Jusapol este sábado, ha vivido momentos de tensión poco antes de la una del mediodía.

Son encontronazos verbales con independentistas que se han manifestado simultáneamente en la ciudad, y ha ocurrido en varios focos de personas, entre los que se interponen Mossos d'Esquadra para separarlos. 

La manifestación de Jusapol ha marchado por la Via Laietana en dirección a plaza Catalunya: poco antes del final, en la confluencia de la calle Fontanella y la plaza Urquinaona, un grupo de independentistas han intercambio insultos y reivindicaciones a favor y en contra de la independencia.

Sobre esa hora, los CDR han llamado, desde las redes sociales, a los manifestantes soberanistas para que se desplazaran a otro punto: cerca del final del recorrido en la plaza Catalunya de la movilización de Jusapol. 

“Nuestra actitud ha sido exquisita. Hemos intentado evitar problemas. Los hemos resuelto de la manera más pacífica posible”, ha comentado Miguel Ángel Gómez, secretario general de Jusapol. “Estamos intentando que nos canalicen a una unidad más segura porque estamos teniendo problemas para que nos desalojen. Nos están cortando las salidas y esto va a ser difícil”, narraba el policía.

Sobre la fecha de comunicación de la manifestación, aseguran que lo han hecho con “bastante tiempo”. Según, Gómez, “tres días antes nos pusieron un itinerario alternativo porque había falta de seguridad”. La argumentación era que “unos grupos antagónicos” iban a estar “en el mismo sitio” que ellos.

Jusapol ha impulsado la reivindicación de la equiparación salarial. “Esta era nuestra principal actividad reivindicativa. Pero también queríamos tener un reconocimiento con los agentes desplazados aquí y que estuvieron muchos días sin ser a sus familias al estar hacinados en un ferry con medidas de seguridad precarias”, ha concluido.

Esta asociación nació el mes de julio de 2017 sin ningún vínculo sindical ni político, con el único objetivo de equiparar las retribuciones de policías nacionales y guardias civiles y los de las policías autonómicas –Ertzaintza, policía foral de Navarra y Mossos D’esquadra–.