Pepi, andaluza en Cataluña: “Tengo miedo de que me den un puñetazo”
Los disturbios en Barcelona provocan situaciones de auténtica desesperación
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Mientras no cesan los altercados nocturnos, la situación durante el día de mucho, muchísimos catalanes está impregnada del asedio y del miedo. Así nos lo ha contado a Mediodía COPE Pepi, que vive en Barcelona: “No puedo salir a la calle diciendo que soy andaluza. Tengo miedo de que me den un puñetazo, me rayen el coche o me rompan un cristal”.
En el trabajo, ese sentimiento continúa. Pepi confiesa que no opina en el trabajo sobre política porque está convencida de que sus jefes, si comprueban que ella no es nacionalista, probablemente la echasen del trabajo.
Asegura que sufre situaciones incómodas diarias y que ni siquiera muestra su pin de Andalucía, su tierra, por miedo a que alguien ejerza la violencia contra ella.
Sobre este último asunto, la violencia, hoy hemos conocido que los enfrentamientos de ayer en Cataluña entre la policía y grupos de manifestantes violentos se saldaron con 96 heridos.
La cifra de detenidos alcanza las 33 personas y el total de agentes heridos desde el lunes, entre Mossos y Policía Nacional, asciende a 194 en su trabajo.
El día nos dejó innumerables muestras de desesperación, como la de esta mujer embarazada que no podía pasar por una de las concentraciones y que indignada reclamaba si no la iban a dejar pasar.
Otra de las situaciones indignantes cuyo vídeo se ha hecho viral es la de un padre con su bebé en brazos abandonando su casa asediada por las llamas en el barrio del Eixample, donde los CDR prepararon una barricada de fuego de una acera a otra. Mientras el padre salía la calle quejándose de los radicales, ellos le pedían tranquilidad y calma.
El fuego fue uno de los elementos más utilizados en las protestas de ayer por la noche, además de cócteles motolov, pirotecnia, ácido y botellas.
En una de las zonas se temió por la proximidad de una gasolinera cercana con el fuego. Como ha dicho a COPE un comerciante que no ha podido hoy abrir su negocio, el barrio entero se ha salvado de haberse quemado.
Los distrubios violentos han dejado también al menos media docena de coches quemados en los alrededores de la Consellería de Interior de Barcelona. Algunos de los propietarios de estos coches lo descubrían esta mañana.
El acoso, la violencia, la persecución está en las calles y también las aulas. En los Fósforos, con Carlos Herrera, lo hemos comprobado hoy. Javier, un Guardia Civil catalán nos contaba que estos días sus hijos no podían ni ir al colegio por el asedio.