Vicente, el valenciano con un museo único en España que busca un lugar para sus piezas históricas dañadas por la DANA
Este 14 de noviembre, cuando se cumplen 100 años de radio en España, en 'Mediodía COPE' contamos una historia de muchos hercios
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 14 de noviembre de 1924 se produjo un hecho histórico: la primera emisión de radio oficial en España. Se ponía en marcha EAJ1 Radio Barcelona, considerada la primera emisora con licencia en nuestro país.
Y cuando se cumple tan importante aniversario, en Mediodía COPE, nos sorprende una historia con mucha radio. Con muchos aparatos de radio. Son los protagonistas junto a Vicente, el valenciano que los ha ido coleccionando poco a poco hasta tener 170.
Vicente, que nació en Valencia en 1942, en plena posguerra, recuerda su infancia como un tiempo feliz marcado por la radio. Por ello, ama la radio desde pequeño. La radio como oyente, pero la radio también como aparato, es decir, como transistor. Con 18 años ya sabía desmontar y volver a montar, de forma autodidacta, cualquier aparato. Y en ese tiempo llegó incluso a estudiar un curso donde le enseñaron a reparar radios. Montaba, desmontaba, les cambiaba piezas, pero... cuando se casó, su vida cambió.
"Me casé y ya te haces la pregunta, ¿yo de qué voy a vivir? Cuando uno ya se pone a trabajar, los hobbies son para cuando uno está jubilado".
Una de las colecciones de radios antiguas más importantes del país
Así que su pasión radiofónica quedó en segundo plano, se convirtió más bien en un hobby, al menos, hasta que se jubiló.
"A la hora de jubilarme digo, ¿yo qué voy a hacer? No me voy a aburrir. Fui un día al rastro y me compré un aparato de radio. Cuando llegué a casa, me faltó tiempo para abrirlo, ver dentro y recordar".
Recordar cuánto amaba la radio y todo lo que la envuelve y así retomó su hobby. Ahora el mismo Vicente, a sus 82 años, tiene una de las colecciones de radios antiguas más importantes del país. Tiene 170 aparatos y unos 30 transistores buenos, como los llama él. Son radios muy valiosas, únicas incluso. De hecho, había habilitado el garaje de su casa con estantes especiales para ordenar todos los transistores. Y la estancia se había convertido de verdad en un auténtico museo de la radio.
Solo hay un problema, la casa de Vicente está en Paiporta.
Se necesita a alguien que se haga cargo de estas piezas
Hace 16 días, la DANA que arrasó este municipio no solo se llevó vidas por delante, destrozó hogares, comercios, el pueblo, casi en su totalidad.
Los destrozos, en la considerada zona cero de la tragedia, son incontables. Todavía hoy las calles, algunas de ellas, están llenas de barro.
Hace unos días los bomberos entraron en la casa de Vicente. Comprobaron primero que todos estaban bien. Luego intentaron despejar las zonas más afectadas y después bajaron al garaje.
"Entraron los bomberos, dos bomberos, por aquí, y les digo, no se asusten por lo que vean. Y ellos se creerían, pues yo qué sé, al que abren la puerta de abajo con las linternas. Yo oí que dicen ¡oh!"
Se sorprendieron por lo que tenían ante sus ojos. El garaje de Vicente es un auténtico museo de la radio.
"Creo que es recuperable, fíjate, está mejor de lo que me esperaba. Pero bueno, hay mucho fango, claro", dice el coleccionista valenciano.
La sorpresa fue muy grande porque la colección impresiona a cualquiera, aunque no sea amante de la radio. Pero ahora, después de la DANA, todos los aparatos se han quedado muy dañados.
Se cae el alma a los pies al ver cómo la riada ha dejado estas auténticas joyas. Porque son radios de verdad increíbles. Algunas piezas son únicas. Por ejemplo, tiene tres ejemplares de una radio que mandó construir Hitler en su día, un aparato que solo sintonizaba con la información de Alemania.
Vicente ha dedicado la mayor parte de su vida a conseguir aparatos de radio y a cuidarlos y ahora quiere hacer algo con lo que queda de esos aparatos a los que el agua, el barro que llegó hasta el techo ha dañado. Por ello, él y sus hijos buscan a alguna asociación o a alguien que quiera hacerse cargo de ellas, volverlas a dar la vida que tenían antes de la DANA.